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¿Cuál es el daño que Ucrania le ha causado a Rusia con los recientes ataques y cómo quedan los intentos de Trump para lograr un alto al fuego?
Las operaciones coordinadas de Kiev contra bases militares y puentes rusos parecen alejar a los países de un eventual cese de las hostilidades. ¿Qué pasa ahora?
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Después de alcanzar el domingo más de cuarenta aviones de combate rusos con drones escondidos en camiones de transporte civil, Ucrania atacó este martes 3 de junio el puente de Kerch que une Crimea con Rusia con más de una tonelada de explosivos colocados bajo el agua, en otra operación preparada por los servicios secretos de Kiev durante meses.
Aunque no se conoce por el momento el alcance exacto del que es el tercer ataque contra el puente de Kerch, esta acción del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), el mismo que llevó a cabo la operación contra los aeródromos, tiene mucho valor simbólico y pone de manifiesto las vulnerabilidades rusas en la defensa de uno de los objetivos más preciados para los ucranianos en esta guerra.
“Crimea es Ucrania, y cualquier expresión de la ocupación recibirá una respuesta contundente”, dijo el jefe del SBU, Vasil Maliuk, al informar sobre el ataque contra el puente, que también fue preparado durante “varios meses” y tuvo lugar durante la madrugada del lunes al martes.
Construido entre 2016 y 2019, el puente que se extiende sobre el estrecho de Kerch conecta a Rusia con la península ucraniana de Crimea, anexionada por Moscú en 2014 y símbolo de la permanencia del dominio ruso en ese territorio.
Como apuntó Maliuk tras celebrar el éxito de la operación contra el puente de Kerch este martes, esta infraestructura no tiene sólo un valor simbólico: también tiene importancia para el suministro a las tropas rusas desplegadas en el territorio ocupado de Ucrania.
La infraestructura fue dañada por primera vez al inicio de la guerra por los servicios secretos ucranianos con un explosivo colocado en un camión de transporte regular que mató a cinco personas y provocó el desprendimiento de una parte de la calzada al explotar mientras el vehículo cruzaba el puente.
Planes meticulosos
El método elegido para perpetrar el ataque de hoy es similar al que permitió el lunes a Kiev destruir más de un tercio de los aviones portadores de misiles de crucero estratégicos con los que contaba Rusia.
Para neutralizar estos aviones, el SBU escondió drones de visión remota que cuestan apenas unos cientos de dólares cada uno bajo los techos de las casas prefabricadas de madera que, aún desmontadas, transportaban los camiones seleccionados para la misión.
Cuando los vehículos, cuyos conductores no tenían constancia de la operación, se encontraban cerca de las bases aéreas en cuestión, los drones fueron activados de forma remota para golpear los objetivos.
Según el SBU, la operación causó al enemigo daños materiales de más de US$7 mil millones.
Las operaciones del SBU contra los aeródromos rusos y contra el puente de Kerch han sido celebradas por muchos ucranianos como demostraciones de que su país sigue teniendo capacidad para golpear al enemigo y continuar resistiendo a la agresión militar con garantías.
Queda por ver si estas acciones y los ataques a los puentes de Briansk y Kursk influirán en la situación en el frente, donde Rusia sigue llevando la iniciativa y se prepara para conquistar más territorio en Sumi y para llevar las hostilidades a Ucrania central entrando por primera vez durante la guerra en la región de Dnipropetrovsk.
El Comité de Instrucción de Rusia (CIR) acusó, entre tanto, a Ucrania de encargar la voladura de puentes en las regiones de Briansk y Kursk el fin de semana, que provocaron el descarrilamiento de dos trenes con un saldo de siete muertos y más de un centenar de heridos.
Por aparte, el Estado Mayor ucraniano confirmó este martes que un total de 41 aviones rusos fueron destruidos en el ataque con drones llevado a cabo el pasado domingo contra bases aéreas de la retaguardia.
¿Cómo queda un posible pacto?
El Kremlin declaró este martes que no espera que haya un “avance” rápido en la resolución del conflicto en Ucrania, tras el ciclo de negociaciones directas en Turquía el lunes, que terminó sin un acuerdo para un alto el fuego.
“Sería un error esperar decisiones y avances inmediatos”, declaró el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, durante el encuentro diario con la prensa en el que participó AFP.
Aunque el presidente estadounidense, Donald Trump, dijo que estaba dispuesto a encabezar una reunión de alto nivel para impulsar el alto al fuego entre Rusia y Ucrania, el Kremlin descartó una pronta cumbre a tres bandas entre el presidente ruso, Vladímir Putin, y los líderes de Estados Unidos, Trump, y Ucrania, Volodímir Zelenski.
“Si somos sinceros, en breve, difícilmente. El presidente Putin ha afirmado en numerosas ocasiones su voluntad de celebrar reuniones al máximo nivel, pero, al mismo tiempo, añadió que dichos encuentros deben ser producto de acuerdos alcanzados” durante las negociaciones, dijo Dmitri Peskov, portavoz presidencial, en su rueda de prensa telefónica diaria.
Aunque también el presidente Zelenski se ha mostrado abierto al diálogo, Rusia exige a Ucrania el reconocimiento de la anexión rusa de la península de Crimea y de otras cuatro de sus regiones y la renuncia al ingreso en bloques militares como la Otán, según reza el memorando difundido hoy por la prensa rusa.
La delegación rusa demandó también que Kiev ponga límites al número de efectivos de sus fuerzas armadas, durante las negociaciones celebradas este lunes en Estambul.
Trump ya ha mostrado su frustración al punto de señalar de loco a Putin, y Ucrania ha acusado a Rusia de eludir el diálogo para ganar tiempo.
Por todas estas razones y debido a que los intentos de conversaciones directas entre los mandatarios han fracasado, analistas creen que las pláticas para un posible alto al fuego se encuentran en un punto muerto.
*Con información de EFE y AFP.
