La mala Kamala

La mala Kamala

El régimen de legalidad pierde legitimación por intervención extranjera.

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Resumen Automático

08/08/2025 00:00
Fuente: Prensa Libre 

Ocurre un largo proceso de deterioro constitucional. Se inició en el gobierno pasado, cuando maniobras mal ejecutadas y falta de entendimiento de condicionamientos por los poderes fácticos mundiales llevaron a una crisis. No se entendieron las demandas de la facción gobernante en EUA. Era obvia la intervención y determinación orquestada, para modificar al bloque histórico que había sido establecido después del fin de la guerra civil.

Siempre es posible volver al respeto de la ley para fortalecer a la democracia representativa.

Los acuerdos de paz habían generado una unidad orgánica donde la hegemonía era detentada por: 1. La coordinación de altos funcionarios al frente de las principales instituciones económicas, banqueros de gobierno y de los principales bancos. 2. Los exponentes políticos de los intereses productivos, creadores de discurso en las cámaras, con mayor o menor cohesión cuando proponían políticas nacionales. 3. Los altos funcionarios de gobierno, agrupados en el partido ganador de las elecciones, sujetos a cambio, ya sea por no reelegirse o ser una facción derrotada en comicios. Y 4. Apoyados por intelectuales orgánicos de determinadas universidades seguidoras de las recetas de desarrollo oficiales, en general expresadas por Naciones Unidas y mantenidas, en mayor o menor medida, por los institutos de investigación.

No hay alternativa histórica. Sucesos desgraciados como el fallecimiento de los dirigentes políticos de la insurrección, llamados comandantes, así como la incapacidad de sus sucesores, rodeados de traición: selló la falta de una oposición con base ideológica, cuyo fortalecimiento se hubiese expresado en la conformación de un bloque ideológico revolucionario. Además, se contaba con una falta absoluta de apoyo de clase, pues existía un fraccionamiento sindical copado por la corrupción más abyecta y el sectarismo más pronunciado.

No se entendió el cambio requerido por el capital localizado en EUA, en el nuevo orden político de la globalización. Durante el gobierno de Biden, la fracción dominante estaba embriagada con ideología woke. Derrotada en el espacio central, tuvo mejor suerte en la periferia más cercana y débil, donde se encuentra nuestro país. Kamala Harris rompió el bloque histórico, se auxilió de los resortes diplomáticos y de AID.

El orden público se encargó a funcionarios escogidos por EUA, presentes en todos los gobiernos, Pues siempre han considerado un asunto policial, el control de la delincuencia. La independencia de criterio del Ministerio Público generó un conflicto con resolución sabida para el próximo año. Acostumbrados a la facilidad de elaborar revoluciones de colores, la movilización en camionetas y pago a organizaciones tradicionalmente receptoras de plata por voto, molestó a la ciudadanía, pero nada comparable a una plaza Madián, apenas una cuadra en la 15 avenida, entre 15 y 14 calles de la zona 1.

El deseo de asegurar el éxito electoral, generó innecesarias intervenciones cargadas de corrupción y falta de destreza informática, en ese menjurje se tronchó al Tribunal Supremo Electoral. El nerviosismo fue traicionero, no apreció a la segunda vuelta, legitimadora.

La última crisis afecta al Ejército. El general de División Henry David Sáenz Ramos, con más de 33 años de servicio, en contra de lo establecido en el artículo 84, numeral 1 de la Ley Constitutiva del Ejército de Guatemala, departamento 72-90, se atornilla. Viaja a la antigua capital del Imperio otomano, Estambul, en busca de cooperación militar de parte del general Yasar Güler. Bukele tiene razón: que todo cambie. En El Salvador se hace con propiedad jurídica y aquí, como lo hizo Kamala, a trompicones y saltos de mata.