El espíritu del mal: el encuentro que marcó una noche en el Barrio Moderno de la zona 2

El espíritu del mal: el encuentro que marcó una noche en el Barrio Moderno de la zona 2

Veníamos caminando de un velorio cuando sentimos un frío intenso que nos calaba hasta los huesos mientras la mujer vestida de negro se nos acercaba. Siga leyendo esta historia de terror enviada por un lector de Prensa Libre.

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Resumen Automático

28/10/2025 18:00
Fuente: Prensa Libre 

Del 28 al 31 de octubre lo invitamos a leer una selección de las historias de terror que compartieron algunos de los lectores que respondieron a esta convocatoria que hizo Prensa Libre a través de sus distintas plataformas. Entre estas, se elegirán cuatro para publicar en la Revista D del domingo 23 de noviembre.

Esta historia que les voy a contar es verídica. Sucedió en noviembre del año 1958, en la ciudad de Guatemala, en lo que hoy se conoce como el Barrio Moderno. Aún la recuerdo como si fuera ayer.

Mi mamá era muy católica y rezaba novenas al Niño Dios y a los santos que se lo solicitaran. Un día falleció el esposo de una amiga suya y fuimos a rezar el novenario en una casa situada en la 10.ª avenida y 2.ª calle de la zona 2, lugar que actualmente se identifica como Barrio Moderno.

Como era costumbre en ese entonces, se rezaba el primer día de la novena con el difunto de cuerpo presente en la casa de la familia. A medianoche se rezaba nuevamente el rosario y se cantaba la oración conocida como la Salve, que es una plegaria muy triste que se entona al final del rezo y suele provocar llanto en los asistentes.

Salimos del velorio a las 2 de la madrugada. Era una noche muy fría, con niebla espesa, y las luces de la calle iluminaban tenuemente el ambiente. Íbamos mi mamá, mis dos hermanos, dos amigas de ella y yo. Caminamos toda la 10.ª avenida de la zona 2 buscando la calle Martí. Faltaban dos cuadras para llegar cuando, de repente, vimos una sombra que parecía una mujer vestida de negro. No se le veía el rostro y, en lugar de caminar, flotaba en el aire. Sorprendentemente, se dirigía hacia nosotros.

Sentimos un frío intenso que nos calaba hasta los huesos, y conforme se acercaba la figura, nos costaba avanzar, ya que los pies nos pesaban. Mi mamá nos dijo: “Recemos, porque es un espíritu del mal”, sacó su rosario y comenzamos a rezar en voz alta.

A medida que rezábamos, la sombra se alejaba lentamente, retrocediendo hasta llegar al barranco de la 10.ª avenida y calle Martí, donde desapareció. (Ese barranco fue rellenado: hoy hay casas y un parqueo). En ese momento escuchamos una gran carcajada que provenía del barranco. Seguimos rezando; ya no sentíamos los pies pesados, por lo que apresuramos el paso.

Por fin llegamos a la calle Martí y empezamos a caminar más rápido, casi corriendo, en dirección al parque Morazán, ya que vivíamos a pocas cuadras de allí. Este suceso escalofriante nunca lo hemos olvidado. Mis hermanos aún lo recuerdan. Lamentablemente, mi mamá y sus dos amigas ya fallecieron. Cada vez que paso por la 10.ª avenida de la zona 2, todavía siento aquel frío intenso, como cuando vimos al espíritu del mal.

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