Imágenes: Cómo la infancia del papa León XIV en Chicago cuenta una historia del catolicismo estadounidense

Imágenes: Cómo la infancia del papa León XIV en Chicago cuenta una historia del catolicismo estadounidense

Antes de ser el papa León XIV, o incluso el padre Bob, era el más joven de los tres chicos Prevost en los bancos de la parroquia de Santa María de la Asunción, en el extremo sur de Chicago.

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14/05/2025 00:05
Fuente: Prensa Libre 

La parroquia era bulliciosa cuando el futuro papa y su familia eran feligreses en las décadas de 1950 y 1960. Los tres hermanos asistieron a la escuela primaria de la parroquia. Su madre, Mildred, era la presidenta de la Sociedad del Altar y el Rosario de Santa María, y actuaba en obras de teatro, según Noelle Neis, quien recuerda haberse sentado detrás de la familia los domingos por la mañana.

“Siempre estaban allí”, dijo Neis, y añadió: “La comunidad giraba en torno a la iglesia”.

Hoy, el antiguo enclave católico de la zona sur de Chicago prácticamente ha desaparecido, con el cierre de las instituciones y la dispersión de los feligreses a los suburbios. La asistencia a Santa María de la Asunción disminuyó drásticamente a lo largo de los años, y la congregación se fusionó con otra parroquia en declive en 2011. La parroquia combinada se fusionó con otras dos iglesias en 2019. El antiguo edificio de Santa María ahora está en mal estado, con grafitis detrás del altar.

Esa transformación es, en muchos sentidos, la historia del catolicismo en Estados Unidos, ya que los cambios en los paisajes urbanos y suburbanos chocaron con cambios demográficos y culturales que reestructuraron radicalmente muchas comunidades católicas.

“Es uno de los grandes dramas de la historia estadounidense del siglo XX”, dijo John McGreevy, historiador de la Universidad de Notre Dame y autor de Parish Boundaries: The Catholic Encounter With Race in the Twentieth-Century Urban North.

Como las diócesis católicas invirtieron tanto en su infraestructura física, incluidos los edificios de las iglesias y las escuelas, los católicos blancos a menudo permanecieron más tiempo en sus barrios que los residentes blancos que huyeron cuando las personas negras empezaron a desplazarse a mediados del siglo XX.

“Las parroquias católicas eran anclas del barrio de un modo que ninguna institución protestante blanca o judía blanca lo era”, dijo McGreevy. “Cuando se preguntaba a los católicos de cierta generación: ‘¿De dónde eres?’ Decían: ‘Soy de San Bernabé’, ‘Soy del Santo Nombre’”.

Incluso en muchos barrios católicos que estaban cambiando, los residentes blancos acabaron marchándose.

Pero en los días prósperos del Chicago de la posguerra, las familias católicas como los Prevost se agruparon, y asistían a las mismas parroquias, escuelas y actos sociales.

“La zona sur de Chicago, sobre todo entonces, era muy familiar y muy católica”, dijo el reverendo Tom McCarthy, quien conoció al papa León en Chicago en la década de 1980.

McCarthy, que creció en el barrio de Marquette Park, en la zona sur, dijo que era poco habitual no ser católico en el área donde creció el papa.

“Solo conocí a una familia que no era católica”, dijo. “Ibas a escuelas católicas, te quedabas en el barrio, trabajabas duro, y creo que él es producto de eso”.

El papa León XIV, por supuesto, no se quedó en el barrio. Se matriculó en el colegio secundario del Seminario de San Agustín, cerca de Holland, Míchigan, un internado para chicos. Y a medida que ascendía en la jerarquía católica, vivió largos periodos en el extranjero, en Perú e Italia.

La zona sur de Chicago era sólidamente obrera durante la infancia del papa León, dijo Rob Paral, investigador del Instituto de las Grandes Ciudades de la Universidad de Illinois Chicago. La familia asistía a una iglesia de la zona sur, pero vivían en Dolton, un suburbio justo después del límite de la ciudad.

“Está muy lejos de los suburbios privilegiados del norte y el oeste de Chicago”, dijo Paral. “Él proviene del aguante y el verdadero Chicago, que hoy en día se ejemplifica tanto en los suburbios del sur como en cualquier otro lugar de la ciudad”.

La zona puede describirse en parte por lo que no es, dijo Paral. “No es bonita, ni frondosa”, dijo. “Se trata de autopistas, industria y vías de ferrocarril”.

La antigua parroquia de Santa María de la Asunción en Chicago, parroquia de la infancia del papa León XIV. (Foto Prensa Libre: Jamie Kelter Davis para The New York Times)

Donna Sagna, de 50 años, ha vivido junto a la casa de la infancia del papa durante unos ocho años, dijo, a lo largo de un periodo que a veces ha sido problemático para la manzana.

Dijo que había visto venta de drogas cerca de la antigua casa del papa. La gente se mudaba con frecuencia, dijo Sagna, a menudo para huir de la violencia y la delincuencia del barrio. Dijo que no conocía a nadie que siguiera viviendo en la cuadra desde los tiempos de la familia Prevost.

Dijo que en los últimos años el barrio ha estado más tranquilo y que está encantada de vivir al lado de una casa con una historia repentinamente notable.

“Espero que esto traiga algo de paz a la comunidad”, dijo Sagna.

La parroquia de la infancia del papa, Santa María de la Asunción, había crecido rápidamente en las décadas anteriores al nacimiento de León, dos edificios le quedaron chicos y se trasladó a un tercero que se inauguró en 1957, cuando el futuro papa era un niño pequeño. La iglesia se mantuvo ocupada y activa durante las décadas siguientes, según las entrevistas y los registros eclesiásticos.

Pero el edificio tenía problemas estructurales y la asistencia empezó a disminuir. En 2011, el entonces arzobispo de Chicago, el cardenal Francis George, escribió que el edificio “está en tan mal estado que no es seguro utilizarlo”.

Combinó Santa María de la Asunción con una parroquia cercana y ordenó el cierre del edificio porque la zona “está tan deprimida económicamente y la población católica de la zona es tan pequeña que no hay recursos suficientes para reparar la iglesia”.

Muchas de las instituciones católicas a las que estaba vinculada la familia Prevost tuvieron destinos similares. El Instituto Secundario Católico Mendel, donde la madre del papa trabajaba como bibliotecaria y sus hermanos cursaron el bachillerato, cerró en 1988. La escuela primaria del suburbio sur de Chicago Heights, donde su padre fue director, cerró dos años después.

El número de parroquias de la arquidiócesis de Chicago se redujo a 216 en 2024, frente a las 445 de mediados de la década de 1970.

En Dolton, el 94 por ciento de los residentes eran blancos y el 2 por ciento negros en 1980. En el censo de 2010, el 5 por ciento de los residentes de Dolton eran blancos y el 90 por ciento de color.

Un vecino corta la grama en la casa de infancia de Robert Francis Prevost, hoy el Papa, en Dolton, Illinois, el 8 de mayo de 2025. (Foto Prensa Libre: Jamie Kelter Davis/The New York Times)

La madre del papa León murió en 1990. Su padre, Louis, vendió la casa familiar de Dolton en 1996, después de casi 50 años, según los registros del condado. Murió al año siguiente.

La casa de la infancia del papa, una modesta casa de ladrillo en una manzana bien cuidada de Dolton, se vendió el año pasado por 66.000 dólares, según los registros de la propiedad. Recientemente se ha reformado y se ha vuelto a poner a la venta por 199.000 dólares. (Esta semana, el agente inmobiliario que gestiona la venta la retiró del mercado para considerar la posibilidad de subir el precio).

Marie Nowling, de 86 años, quien vive a cuatro casas de distancia, describió el barrio como tranquilo. Se mudó a su casa en 1999.

“Cuando me mudé aquí era difícil, había muchas pandillas”, dijo Nowling. “Pero ahora es un barrio tranquilo y agradable”.

El niño Robert Prevost, con su hermano menor Louis, y su madre, Mildred Prevost. (Foto Prensa Libre: John Joseph Prevost vía The New York Times)

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