La banalidad del dolor

La banalidad del dolor

[email protected]   “El dolor es un mal que un remedio precipitado irrita.” Thomas Corneille En pleno siglo XXI cuando se creía que, como sociedad habíamos superado las falencias morales, nos damos cuenta que no solamente no ha sido así, si no que han aumentado, y se han evidenciado a partir de que se trasparentaron tanto […]

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01/07/2025 08:55
Fuente: La Hora 
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“El dolor es un mal que un remedio precipitado irrita.” Thomas Corneille

En pleno siglo XXI cuando se creía que, como sociedad habíamos superado las falencias morales, nos damos cuenta que no solamente no ha sido así, si no que han aumentado, y se han evidenciado a partir de que se trasparentaron tanto las riquezas como las pobrezas de la sociedad, y lo peor, los mismos seres humanos se han encargado de hacer visibles sus propias pobrezas.

Siempre he considerado a la moda como un accesorio, que puede ser positivo o negativo depende de si nos sirve o no, por lo que me importa bastante poco, sin embargo, si he podido observar que en un segmento importante, tanto del primer como del segundo mundo, es algo como respirar, y de ahí salta a las redes sociales especialmente por medio de los youtubers y tiktokers.

Como país, hemos estado muy lejos de las grandes pasarelas, y si he de ser franca, creo que para una gran mayoría han carecido de importancia por varios factores, uno de ellos es que es difícil que el grueso de la sociedad guatemalteca pueda tener acceso a ese tipo de vestuario y accesorios, por lo que tiene una relativa importancia.

La mayoría de los diseñadores de las pasarelas europeas juegan mucho a la superficialidad dentro de sus diseños, prueba de ello es lo que considero como banalidad del dolor, cuando “El diseñador Willy Chavarría presentó en un desfile con hombres tatuados, arrodillados y vestidos como los presos del Cecot” como reza el titular de un medio de comunicación.

Aunque la cárcel es la pérdida de la libertad, algunas veces injusta como sucede en nuestro país, porque la misma se ha utilizado para castigar al contrario, y esto no es una percepción, desafortunadamente es una realidad contrastada, también es cierto que en otras muchas ocasiones la sociedad no ha encontrado otra mejor forma de solucionar sus problemas delincuenciales, en ese orden de ideas, analizando las diferentes realidades, se comprende que hay una gran cantidad de personas que angustiadas por la situación de inseguridad, ven la posibilidad de la solución a los problemas por medio del autoritarismo, que no todos compartimos.

Desafortunadamente la solución a problemas complejos es también compleja, por lo menos en nuestras sociedades, porque los ciudadanos esperaríamos más involucramiento del Estado en general, lo que observamos no existe, en situación parecida se encontraba la hermana República de El Salvador, cuyos habitantes han visto solucionado el problema de inseguridad por medio del autoritarismo que se puede confundir con fortaleza, el problema es que el fondo del asunto no se soluciona, manteniéndose las causas sin resolver.

Probablemente el presidente de El Salvador ha encontrado la solución momentánea a los grandes problemas de su país, aunque lo cierto es que ha dado respuesta a la problemática de momento, porque la situación va más allá, no se ha resuelto el problema de fondo.

Con relación a los métodos utilizados, y que han sido cuestionados mas que nada en las sociedades europeas, son cuestionables en una democracia, por eso no se debe banalizar la situación que se vive tan cerca de nosotros, como desafortunadamente lo ha hecho el diseñador de origen mexicano mencionado, quien utilizo la situación salvadoreña para ironizarla, presentando a sus modelos como prisioneros, tatuados y vestidos de blanco, arrodillándose como parte del desfile.

Es inaudito que se utilice una situación tan compleja como encontrarse en prisión, y más aún en una cárcel como el Cecot para presentar un espectáculo que no será tomado como una denuncia, porque no lo es, sino que como una frivolización de un entorno producto del dolor, como lo es el sufrimiento de las víctimas de los prisioneros.

El tema de El Salvador es complejo porque, aunque muchos lo vean como la única solución del problema, es más profundo, por lo que actitudes tan vacías como la del diseñador no solo no aportan nada al debate de fondo, más bien banalizan el dolor.

La denuncia moral debe ser consciente y consecuente.

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