Los especialistas dicen que los órganos de una persona donante pueden salvar o ayudar hasta 50 personas. Los órganos que se pueden donar incluyen, órganos internos: riñones, corazón, hígado, páncreas, intestinos, pulmones, piel, hueso, médula ósea y córnea

La mayoría de las donaciones de órganos y tejido ocurre cuando el donante fallece.

Pero algunos pueden ser donados en vida.

Los donantes pueden ser personas de todas las edades y orígenes. Si es menor de 18 años, sus padres o su tutor deben autorizarlo a ser donante. Si es mayor de 18 años, puede indicar que desea ser donante firmando una tarjeta de donantes. También puede comunicarle sus deseos a su familia.

Médicos de diferentes instituciones que se dedican a realizar trasplante de órganos realizaron el primer diplomado con el objetivo de que los guatemaltecos se informen respecto a la donación y trasplante de órganos.

A la vez también abordaron otros temas sobre la enfermedad renal, el trasplante renal, el diagnóstico de muerte encefálica y la situación actual de los trasplantes en Guatemala.

Durante la conferencia de prensa se abordo que el Congreso de la República en 1966 aprobó el Decreto 91-96 que contiene la Ley para la Disposición y Trasplante de Órganos, Tejidos y Células Humanas.

De acuerdo con esa ley los especialistas presentaron otros puntos ante el Legislativo, hasta el momento se conoce que está en tercera lectura pero no ha sido aprobada

También abordaron otros temas como la preparación del paciente para recibir una donación de una persona viva o cadavérica.

Para realizar este tipo de trasplante se requiere de un equipo multidisciplinario, para tener un trasplante con éxito. Según los médicos la tasa de donación en nuestro país es de 6.9 por millón de población en comparación con España que es el líder a nivel mundial de 46.8 por millón de población.

Los expertos coinciden que el trasplante cambia el pronóstico y calidad de vida de los pacientes, por lo cual hacen la cordial invitación a los guatemaltecos a donar un órgano y apoyar a la continuación de la tercera lectura de la ley mencionada.