Medios de comunicación de Panamá reportaron que cinco panameños y dos guatemaltecos fueron condenados por una Corte de ese país por estar implicados en acciones de tráfico ilícito de migrantes. La pena que recibieron fue de 15 años de prisión.

El proceso penal contra estas personas se inició en 2014, cuando se hizo un operativo en la ciudad de Panamá para desarticular una organización criminal dedicada al tráfico de personas originarias de Nepal y Bangladesh.

El Juzgado Primero Liquidador de Causas Penales de Panamá acreditó que este grupo criminal pretendía que los migrantes abordaran buses en la terminal de Albrook, la más grande del país y situada en el sector del mismo nombre en la Ciudad de Panamá.

Utilizando esta vía podrían cruzar de manera ilegal la frontera de Paso Canoas (límite de Panamá con Costa Rica) y continuar su ruta hacia Estados Unidos.

Este fallo se dio en medio de la crisis migratoria que se registra en la región, tomando en cuenta que finalizó la aplicación del Título 42 en Estados Unidos, una norma que permitía expulsar a los migrantes que ingresaban a ese territorio de forma irregular argumentando temas sanitarios.