Peinar a contrapelo nuestra historia
El viento está fuerte, así que es buen momento para peinar a contrapelo nuestra historia y seguir.
Esta frase es una de las más conocidas del filósofo berlinés Walter Benjamin, en su séptima tesis, y dice exactamente así: “pasarle a la historia el cepillo a contrapelo” (die Geschichte gegen den Strich zu bürsten). Desde una interpretación muy simplista, lo que quiso decir con ello es que no solo debemos acceder al conocimiento de nuestra historia desde otra visión que no sea la oficial que cuentan los “vencedores”, sino que es necesario luchar para cambiarla cuando sea indispensable.
En ese momento está Guatemala. Nos toca peinar a contrapelo nuestra historia, con el fin de cambiar estructuralmente lo que, como sociedad, nos está llevando al abismo. Como ya lo expresé anteriormente, esto no se cambia con unas elecciones, pero sí podemos revisar lo que está pasando en este período preelectoral, para darnos una idea general del momento que atravesamos y de los que se perfilan en el futuro inmediato y mediato.
Los patrones preelectorales definidos en elecciones anteriores no fallan en esta: cooptación del Tribunal Supremo Electoral, compra de votos por los partidos vía programas sociales, construcción de carreteras e infraestructura, regalos de los partidos a la gente más necesitada con el fin de afiliarla, sistema de justicia al servicio de la impunidad, un Congreso que representa —mayoritariamente— al pacto de corruptos, un claro aumento de violencia en las calles y un cartón de lotería electoral que cada día exhibe a los más impresentables y abyectos candidatos y candidatas para “gobernar”, desde instituciones desnutridas que le sirven bien a la corrupción. Ya nadie quiere preguntarle a su bola de cristal quién tiene el mejor programa y equipo de gobierno para tratar de inferir quién será el próximo presidente idóneo, sino quién se vende mejor y cuál le gusta más a la oligarquía y al pacto de corruptos. De allí parten actualmente los análisis de nuestro futuro próximo.
En un comunicado publicado el 9 de febrero de este año por la Conarep y Verifica, se condena “la falta de transparencia y la violación a la libertad de prensa del TSE, en este proceso. El día 09 de febrero de 2023, en lo que consideramos una maniobra injustificada, el Tribunal Supremo Electoral sometió a votación con los fiscales de mesa de los partidos políticos inscritos en el proceso la decisión de si se permitía el ingreso a la prensa a dicha reunión y 14 partidos votaron en contra.
En principio, el TSE debe tomar estas decisiones en defensa de los principios constitucionales de transparencia y de libertad de expresión del pensamiento, así como el de acceso a la información pública, especialmente en un proceso electoral. Esta decisión no debió someterse a votación con fiscales de los partidos.
Pero, adicionalmente, es importante que la ciudadanía tome nota de los fiscales de los 14 partidos que votaron en contra de la cobertura de prensa y la transparencia electoral. Hay reuniones que, por su naturaleza, deben ser privadas, como las reuniones del TSE, pero hay actos administrativos del proceso electoral que deben ser totalmente públicos y garantizar eso es responsabilidad directa del TSE”.
¿Cómo van a ponerse en la agenda pública las múltiples narrativas que pide una democracia en un tiempo de elecciones, cuando la alianza mafiosa le cierra la puerta a los medios independientes que pueden dar luces distintas a un proceso electoral viciado desde hace meses? ¿Cómo podría ser transparente un proceso que nació viciado y que no puede resolverse en las cortes porque no tenemos un sistema de justicia independiente?
Más allá de que necesitamos escuchar y nombrar versiones diferentes de nuestro relato en el tiempo, queremos seguir luchando por construir una Guatemala distinta. Eso nos llevará años y, posiblemente, más de una generación. El viento está fuerte, así que es buen momento para peinar a contrapelo nuestra historia y seguir.