Este festejo es de origen religioso, de las comunidades hindúes, pero cada vez se extiende más por el mundo y se festeja en otros lugares. Existen varias leyendas que cuentan la tradición. En la embajada de India en Guatemala se realizó esta tradición en un momento de convivencia significativa. 

Según versiones el segundo día es mucho más alegre: la fiesta quiere dar la bienvenida a la primavera y a la temporada de lluvias. Toda India sale a la calle y juega a la guerra más bonita del mundo: la que sustituye las pistolas por polvos de colores, globos y cubos de agua. 

En el contexto de la actividad, según los hindúes la primavera se caracteriza por un tiempo inestable y por esto causa fiebre y malestares: los polvos de colores tienen un significado terapéutico… cada color se hace con una combinación de hierbas medicinales diferente, como si fuesen un talismán para no enfermar.

El Holi también es conocido como el Festival de los Colores o la fiesta de amor.

En la actualidad aunque tiene sus raíces en la antigua fiesta hindú, también se ha vuelto muy popular entre quienes no practican esta religión.

Si bien Holi comienza a celebrarse en la salida de la luna llena de marzo (las fechas varían) los festejos comienzan al atardecer de la víspera con el encendido de la hoguera donde la gente canta y baila alrededor del fuego en un ritual que representa la victoria del bien sobre el mal.

Redacción / Renato Martínez