Hoy recordamos una de las tragedias que ha sufrido Guatemala ya que el volcán de Fuego marcó la vida de cientos de guatemaltecos hace 4 años.

Hoy se cumplen 4 años que el volcán Fuego evocará el poder de la madre naturaleza, marcando uno de los días trágicos de la historia de Guatemala donde cientos de muertes se reportaron y muchos quedaron sepultados bajo el material volcánico.

Era un domingo 3 de junio del año 2018, aproximadamente al medio día, donde una nube de vapores cubrió las comunidades de Escuintla, Sacatepéquez y Chimaltenango, seguido por una avalancha eruptiva causando cientos de muertos.

Uno de los ríos de lava y lodo hirviendo sepultó el caserío El Rodeo de Escuintla, en el sur del país, y San Miguel los lotes, una comunidad con más de 20 mil habitantes.

La ceniza que lanzó el coloso alcanzó los 10 mil metros de altura sobre el nivel del mar y que según INSIVUMEH es una de las erupciones más grandes del Volcán de fuego de las que se tiene registro.

Las columnas de ceniza y flujo piroclástico obligaron a realizar evacuaciones, y donde autoridades reportaron la contaminación del agua potable en las poblaciones afectadas por la ceniza, y drenajes llenos de la arena arrastrada por el agua de las lluvias

Muchas personas creyeron que el flujo piroclástico no era peligroso y decidieron grabar el descenso del material volcánico, por lo que a muchos les costó la vida.

Según las naciones unidas Guatemala es el cuarto país más vulnerable a desastres naturales.

La coordinadora nacional para la reducción de desastres CONRED emitió los datos de esta tragedia reportando más de un millón de personas afectadas, 12 mil 823 personas evacuadas, mil 398 albergadas y cientos de desaparecidos y fallecidos

Asimismo también informaron que dieron continuidad al proceso de recuperación de las familias que resultaron afectadas y damnificadas por la erupción, donde brindaron atención en los diferentes albergues. Sobrevivientes recibieron asistencia alimentaria, médica, saneamiento e higiene.

Después de 4 años los sobrevivientes continúan construyendo sus vidas ante esa tragedia que marcó Guatemala.