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Obras sin control técnico desafían reglamento estructural, pese a sismos constantes en Guatemala
Aunque la normativa estructural en Guatemala establece parámetros claros para resistir sismos, muchas obras continúan sin cumplirla, en especial fuera de la capital, donde la autoconstrucción predomina y la amenaza sísmica es constante.
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Los eventos sísmicos son comunes en Guatemala, debido a que el territorio se encuentra asentado sobre una zona en la que convergen las placas tectónicas de Norteamérica, del Caribe y de Cocos. Esto provoca que cada año ocurran cientos de eventos sísmicos de distintas intensidades.
Ante esta situación, es necesario que las construcciones en Guatemala, principalmente los edificios y estructuras calificadas como esenciales, cuenten con las normas necesarias para soportar este tipo de eventos.
“En Guatemala en realidad tiembla todo el tiempo, o sea, tiembla diez veces todos los días, lo que pasa es que no es sensible. Pero las estructuras todo el tiempo están temblando, incluso el tema del tráfico, el tráfico pesado genera vibración, que hay lugares donde se siente más y menos, usualmente cuando es una estructura metálica, por ejemplo, en un centro comercial uno tiende a sentir eso, un poco de vibración”, afirma Juan Pablo Estrada, presidente de la Cámara de Construcción de Guatemala.
¿Cómo se rige la construcción de edificios en Guatemala?
La construcción de edificios, así como de otras estructuras destinadas al servicio de la ciudadanía, está regulada en Guatemala a través de las Normas de Seguridad Estructural para Guatemala, elaboradas por la Asociación Guatemalteca de Ingeniería Estructural y Sísmica (Agies), que cuentan con el aval de la Coordinadora Nacional Para la Reducción de Desastres, (Conred), en donde se establecen los parámetros que deben seguir las construcciones en el país, así como aspectos importantes de seguridad relacionados con eventos naturales como el viento, eventos volcánicos y, ante todo, eventos sísmicos a los que está constantemente expuesto el territorio nacional.
“La norma está hecha por un grupo de ingenieros de clase mundial, es de los mejores reglamentos que hay. La construcción formal utiliza esto como herramienta y que además la debe cumplir por temas de normativa”, afirma Estrada, quien además indica que, tomando en cuentas esta situación, todas las construcciones de edificios e infraestructura deben seguir las normas establecidas por Agies, que son de carácter internacional.
Criterios sísmicos establecidos en la norma
Las Normas de Seguridad Estructural para Guatemala de Agies incorporan lineamientos actualizados sobre la amenaza sísmica nacional, las condiciones del suelo y el tipo de uso de cada obra.
Según la normativa, Guatemala se divide en macrozonas sísmicas clasificadas mediante un índice de sismicidad que varía entre 2 y 4, en función del riesgo de cada región. A partir de este índice, las estructuras deben diseñarse bajo un Nivel de Protección Sísmica (NPS) adecuado, el cual se relaciona con su uso de la siguiente manera:
- Obras esenciales: como hospitales y estaciones de emergencia, se diseñan para resistir eventos sísmicos severos.
- Obras ordinarias: de uso común. Aplican un nivel intermedio de exigencia.
- Obras utilitarias: como bodegas o estructuras temporales. Pueden diseñarse con criterios mínimos, si el riesgo lo permite.
La norma también clasifica los suelos en que se construyen las edificaciones en cinco tipos: AB, C, D, E y F, en función de su rigidez y condiciones dinámicas. Las estructuras ubicadas en suelos clase F, como rellenos profundos o mal compactados, son calificadas como las más problemáticas y deben realizar un análisis sísmico específico que considere el comportamiento particular del suelo y la respuesta de la estructura.
Diseño basado en espectros de respuesta sísmica
Uno de los elementos clave de la normativa es la generación del espectro sísmico de diseño, que define las aceleraciones que una estructura podría experimentar durante un terremoto, según su periodo estructural.
Se definen varios niveles de sismo para el diseño estructural:
- Sismo básico: representa una amenaza frecuente, con 10% de probabilidad de excedencia en 50 años.
- Sismo severo: con 5% de excedencia. Se emplea en obras críticas.
- Sismo extremo: 2% de excedencia en 50 años. Se usa para definir mapas nacionales de zonificación sísmica.
- Sismo mínimo: utilizado solo para construcciones de bajo riesgo o relevancia estructural.
En zonas cercanas a fallas sísmicas, la norma indica que el espectro debe modificarse para incorporar mayor severidad en las cargas sísmicas. Sin embargo, estos ajustes solo se exigen cuando existe una declaración oficial sobre la falla activa.
Diseño y respaldo
La normativa exige que todos los parámetros sísmicos utilizados en el diseño se consignen en los planos estructurales y en el informe técnico del proyecto. Esto permite que tanto supervisores como revisores técnicos validen que la obra ha cumplido con los requisitos normativos.
De acuerdo con la normativa de Agies, los ingenieros estructurales deben aplicar distintos métodos de análisis, dependiendo de la complejidad y localización de la obra, entre los que se incluyen:
- Análisis estático equivalente, para edificaciones regulares en zonas de riesgo medio.
- Análisis dinámico modal espectral, obligatorio en estructuras con geometría irregular o situadas en regiones de alta sismicidad.
- Análisis tiempo-historia, reservado para casos donde se cuente con registros sísmicos validados.
- Estos enfoques permiten estimar con precisión cómo se distribuyen las fuerzas sísmicas a lo largo de los niveles de un edificio.
Se establecen también límites estrictos para los desplazamientos laterales.
En el caso de construcciones que utilizan aisladores sísmicos o disipadores de energía —tecnologías modernas que buscan mejorar el desempeño estructural durante sismos severos— los análisis deben ser más rigurosos y especializados.
Preocupación por falta de aplicación
El presidente de la Cámara de la Construcción indica que, si bien esta normativa se aplica de manera obligatoria en la construcción de edificios y otras estructuras por parte de las empresas constructoras, no sucede lo mismo con la edificación de algunas casas e incluso edificios en el interior del país, lo que genera preocupación.
“La gran preocupación que tenemos en nuestro gremio también, y lo estamos empezando a abordar, es en la construcción que no es 100% formal, ¿a qué me refiero con esto? a la autoconstrucción que se ve alrededor de todo el país. Tenemos lo que le llaman la arquitectura de las remesas, porque digamos es mucha autoconstrucción, porque viene dinero de las remesas que entran de Estados Unidos y la gente lo primero que quiere es tener patrimonio, que es muy bueno, e invertir en ampliar su casa o construirse su segundo nivel, su tercer nivel, a veces cuarto o quinto nivel. Entonces ahí hay un tema respecto al método constructivo utilizado, normalmente no pasa por usar estos reglamentos, no pasa por un cálculo estructural, no pasa por un ingeniero o un arquitecto, entonces ahí sí hay un riesgo real con la vida humana, donde se pueden caer viviendas, se pueden caer comercios, se pueden caer construcciones que, digamos, no han seguido esa norma”, afirma Estrada.
Riesgos para la población
Otro de los riesgos existentes es que muchas de las construcciones, principalmente en el interior del país, se realizan en suelos que no son aptos para soportar una construcción más allá de dos niveles, por lo que existen riesgos para los habitantes ante cualquier eventualidad sísmica.
En este sentido, el Centro de Estudios Urbanos y Regionales de la Universidad de San Carlos indica que, a pesar de la alta vulnerabilidad existente en Guatemala a consecuencia de la actividad sísmica y de otros factores como las lluvias y deslizamientos de tierra, se ha dado un aumento en las construcciones informales, que no cumplen con normas técnicas, métodos de planificación ni asesorías por parte de personal calificado o especializado en construcción de viviendas.
Un ejemplo de ello son las viviendas ubicadas en laderas, rellenos de terreno, barrancos y suelos blandos, como los asentamientos visibles en diversas zonas, la periferia de la capital y municipios aledaños.
Sobre la aplicación de las Normas de Seguridad Estructural para Guatemala (Agies), el exministro de Comunicaciones, Aldo García, indica que la misma es de suma importancia dentro del ámbito de la construcción nacional, tanto a nivel privado como estatal, ya que a través de ella se establecen los estándares que cada estructura debe tener y donde se determinan los parámetros relacionados con los sismos y otros eventos que pudieran afectar su estructura.
“Lo que siempre se espera es que quién autorice las licencias (de construcción) que son las distintas municipalidades como en la capital y los departamentos, deberían verificar que no solo en el diseño, sino en la ejecución de los proyectos de vivienda, de apartamentos y urbanísticos cumplan con las normas establecidas, tanto por AGIES, como por Conred, porque normativa si hay”, indica García.
También asegura que, aunque los eventos sísmicos y otros factores naturales son difíciles de prever, es necesario que se tengan planes de respuesta adecuados por parte del Estado para responder ante las emergencias y la necesidad de vivienda de la población en Guatemala.