Hacia nuevas relaciones interpersonales
Ronaldo Robles se nos adelantó en el camino de la vida, dejando un recuerdo de su compromiso por una Guatemala distinta.
Durante estos domingos los textos evangélicos nos muestran a Jesús formando al pueblo y a sus discípulos desde lo alto de un monte. El núcleo de su propuesta quedó plasmado en las bienaventuranzas como el mejor camino para que el ser humano sea feliz en el mundo y su vida sea radiante como la luz y “sabrosa” por estar plena de sentido.
Ahora expone la novedad de su ley respecto a la ley de Moisés (Mateo 5, 17-ss). Su enseñanza está orientada a la construcción de nuevas relaciones interpersonales que apuntan a un mejor trato con el otro, en la familia y con la sociedad. Estas novedades son respecto de la ofensa, el adulterio, el divorcio, los juramentos y la venganza.
En la perspectiva que Jesús va planteando, teniendo como horizonte el Reino, dirá que no basta con “no matar”, sino hay que ser capaces de erradicar toda forma de violencia desde “el enojo” hasta el maltrato a los demás, despreciándoles y llamándoles “imbéciles” o “estúpidos”, como sucede en toda forma de relación autoritaria y prepotente.
La exigencia ética es arrancar de nuestra vida y de nuestras relaciones familiares, laborales y hasta políticas toda forma de agresividad y de desprecio al otro, de insultos y venganzas.
Según Jesús, debería actuarse de tal modo que para el creyente, una vez abordados sus conflictos con los demás, sea edificante y fructífera su presencia en la acción litúrgica, ponga los cimientos de la reconciliación y construya acuerdos entre adversarios, mientras se va de camino en la vida.
Tampoco es suficiente, dice Jesús, no solo “no cometer adulterio”, sino, en una concepción integral de la persona, ser capaces de cultivar intenciones limpias y constructivas, no caer en la mirada morbosa, maliciosa y erótica hacia los demás, particularmente en el trato y relación con la mujer, a la que no se debe manipular ni engañar, explotar y oprimir. Sobre este punto, en su último mensaje los obispos guatemaltecos denunciaron el evidente deterioro de la sociedad guatemalteca y la “violencia contra la mujer”, que tiene múltiples formas, desde lo físico y psicológico hasta lo social y espiritual.
Las orientaciones de Jesús apuntan a que las comunidades, las personas y toda sociedad se edifiquen sobre la base de un servicio a la vida para que esta sea plena y digna, de una promoción de la justicia para que esta sea pronta y cumplida, de un cultivo del amor solidario y eficaz para que sea la motivación máxima de todo lo que somos y hacemos; y de una diaconía de la verdad, como el criterio fundamental sobre el que se construye todo tipo de relación en la esfera pública y privada.
La finalidad última y el centro de las enseñanzas de Jesús es el respeto sagrado a la persona y la denuncia firme contra todo aquello que, aun camuflado de artificio legal, atente contra la dignidad del hombre y de la mujer.
Por tanto, la propuesta de Jesús, para sociedades como la guatemalteca, es abrir caminos para hacer un mundo más humano y promover una vida más justa, solidaria y fraterna. Esto es precisamente lo que buscaba Ronaldo Robles (R.I.P.) al integrarse a la Convergencia Nacional de Resistencia, liderada por el cardenal Ramazzini, y al ejercer apasionada y críticamente su tarea de periodista y comunicador.
“¡Hasta siempre, Ronaldo! Quedamos atrás quienes dejaste con un gran compromiso de seguir tu ejemplo de entrega y positivismo en medio de la tragedia que vive Guatemala y aún a la luz de la persecución de la que has sido objeto, incluso después de tu muerte”.