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Leyendas de Guatemala: la historia de la mariposa de oro que ocurrió en una casa grande y vieja, cerca de la iglesia de Candelaria
“La mariposa de oro” forma parte de las historias narradas en “Leyendas y casos de la tradición oral de la ciudad de Guatemala”, de la autoría de Celso Lara Figueroa.
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“Sucedió por Candelaria: la casa de mi abuelita es muy grande y vieja (parece que fue de las primeras construidas en ese barrio)”. Así inicia La mariposa de oro, una de las leyendas de Guatemala que forma parte de nuestra tradición oral.
La historia comienza en las cercanías del barrio de Candelaria. Martín, un caballero de familia, era muy querido por sus parientes y empleados; sin embargo, su vigor se apagaba con el paso de los días.
En medio de ahogos y agitaciones fuertes, Martín dejó este mundo. Su esposa (quien se presume se llamaba Griselda) era una mujer fuerte que cuidaba a sus seres queridos con devoción, según la narración.
Sus hijos eran Ana y Mariano. Vivían en una casa hermosa, rodeada de flores y árboles. A su vez, ellos tuvieron dos hijas: Carolina y Ana María, al parecer. Ambas destacaban por su belleza y solían conversar sobre amores y amistades en el viejo patio de la casa de sus abuelos.
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¿Qué ocurrió con Carolina y Ana María?
Según la narración de Celso Lara, Ana María y Carolina se encontraban sentadas en una pila de la casa de sus abuelos, cuando repentinamente apareció una mujer cerca del cuarto de trebejos de doña Griselda: “Parecía que iba en el aire y no seguía por la vereda, sino pasaba por entre los rosales e iba vestida de blanco”, narra Lara.
La mujer tenía una cabellera negra que caía sobre su espalda. Un gran frío sacudió a las primas y, cuando preguntaron a su abuelita, la señora respondió que desde el fallecimiento de don Martín, la mujer del pelo negro y el vestido blanco molestaba todas las noches.
Sin embargo, la historia no terminó de esa forma. Carolina, una de las nietas de don Martín, tuvo un incidente con ese espanto. Durante una Quema del Diablo, Carolina entró a la casa y se escuchó un grito estremecedor. Entonces, su prima corrió hacia el lugar y observó a la muchacha tirada sobre la grama.
En ese instante, vio una mariposa dorada, tanto como el oro, que se elevaba entre el humo de las fogatas de aquel 7 de diciembre. Según la narración del escritor, Carolina contó a su familia que se estremeció y se encomendó a Jesús de Candelaria. Fue entonces cuando la mujer extraña se convirtió en mariposa y se alejó volando.
No obstante, Carolina quedó marcada para siempre, pues la mano que le tocó el espanto quedó delgada como si fuera la de la mismísima muerte.

¿Quién fue Celso Lara, autor que recoge la leyenda de La mariposa de oro en sus textos?
Este relato fue recogido por el guatemalteco Celso Lara Figueroa, uno de los autores más reconocidos por sus aportes significativos a la difusión de la tradición oral del país. Lara estudió la cultura popular durante su trayectoria como historiador, antropólogo, poeta y músico, según información de la Universidad Francisco Marroquín (UFM).
De acuerdo con dicha casa de estudios, Lara fue autor de artículos y ensayos académicos publicados en Guatemala y en otros países de Latinoamérica. Fue columnista en medios de comunicación y director del Centro de Estudios Folklóricos de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac).
Breve historia de La mariposa de oro y otras leyendas de Guatemala
En su obra Leyendas y casos de la tradición oral de la ciudad de Guatemala, publicada en 1973, Lara difundió la narración de La mariposa de oro y otros relatos que forman parte del bagaje cultural de Guatemala.
Según el prologuista de dicha obra, Francisco Albizúrez Palma, este libro representó la revalidación de la tradición oral guatemalteca, la cual había sido olvidada por los académicos de la época en que fue escrita.
Además, Albizúrez puntualizó que se trató de un acontecimiento particular que posicionó a Lara como pionero al ofrecer un volumen de leyendas donde convergían el rigor científico y un manejo refinado de la prosa.
En cuanto a la leyenda, forma parte de los relatos ligados a la ciudad de Guatemala y su tradición oral, la cual permanece viva en la memoria colectiva, especialmente de quienes recrean en su imaginación a una mariposa dorada que vuela por los viejos barrios de la capital.