¿Qué pasaría si Estados Unidos ataca Venezuela? Expertos militares analizan los posibles escenarios

¿Qué pasaría si Estados Unidos ataca Venezuela? Expertos militares analizan los posibles escenarios

Exmilitares explicaron al Miami Herald que “cualquier intento de resistir un ataque estadounidense sería un suicidio”. Estos son cuatro escenarios posibles del conflicto.

Enlace generado

Resumen Automático

31/10/2025 13:36
Fuente: Prensa Libre 

Los diarios estadounidenses Miami Herald y The Wall Street Journal informaron esta mañana que fuentes cercanas a la administración de Donald Trump confirmaron que Estados Unidos se preparaba para bombardear, en cualquier momento, instalaciones militares dentro de Venezuela.

Las tensiones comenzaron el domingo 26 de octubre, cuando el destructor USS Gravely arribó a Trinidad y Tobago para realizar ejercicios militares conjuntos con ese país, maniobra que autoridades venezolanas calificaron como una “provocación militar” destinada a generar una guerra en el Caribe.

Estas tensiones no son nuevas, ya que han ido en aumento desde que, en enero del 2025, Donald Trump regresó a la Casa Blanca y ordenó clasificar como grupos terroristas transnacionales a organizaciones como el Tren de Aragua y el cartel de los Soles —supuestamente encabezado por Nicolás Maduro—.

Posteriormente, el Departamento de Justicia duplicó la recompensa por información sobre Maduro a 50 millones de dólares, y el Pentágono fue autorizado a usar fuerza militar contra ciertos carteles en América Latina.

Ahora, con la mayor concentración de poder militar estadounidense en la región en medio siglo, expertos militares de ambos países analizan qué podría ocurrir si el conflicto escalara a un enfrentamiento armado.

Desventaja militar entre las dos naciones

El diario estadounidense Miami Heraldentrevistó a veteranos de guerra y analistas tanto estadounidenses como venezolanos, incluidos seis ex altos mandos militares que rompieron con el régimen de Nicolás Maduro y ahora viven en el exilio. Sus conclusiones son contundentes: cualquier conflicto armado sería devastadoramente desigual.

Según el análisis publicado por ese medio, “el contraste es asombroso”. Mientras Washington ha desplegado un portaaviones (USS Gerald R. Ford), varios destructores, un submarino, cazas F-35 y drones armados, las fuerzas armadas venezolanas luchan por mantener operativa su maquinaria bélica, debilitada por corrupción, negligencia y falta de recursos.

“Este es el nivel operativo más bajo en la historia de las fuerzas armadas venezolanas”, indicó al Miami Herald un general retirado familiarizado con las condiciones internas. Las cifras compartidas con el periódico sugieren que la capacidad operativa real del ejército venezolano oscila entre el 33% y el 35%.

Despliegue estadounidense

La administración de Donald Trump ha desplegado gradualmente una fuerza militar masiva en el Caribe. La operación incluye:

  • Fuerzas navales: Tres destructores equipados para defensa aérea, antisubmarina y antimisiles, además de un grupo anfibio con unos 4,500 efectivos. En octubre se sumó el portaaviones USS Gerald R. Ford con su grupo de ataque —que incluye el crucero USS Normandy y cinco destructores—, lo que eleva a más de 4,000 los efectivos desplegados y a unos 90 los aviones de combate.
  • Poder aéreo: Diez cazas F-35B estacionados en la base aérea de Ceiba, en Puerto Rico; aviones de patrulla marítima P-8; vuelos de vigilancia de largo alcance; y drones MQ-9 Reaper armados con misiles Hellfire, en el aeropuerto Rafael Hernández.

Según el Miami Herald, esta flota “constituiría la pieza central de la ‘fase final’ de la operación, cuyo objetivo era neutralizar a los cabecillas del cartel de los Soles y del Tren de Aragua, y atacar objetivos fijos y móviles dentro de Venezuela”, citando a oficiales venezolanos retirados.

Las debilidades del ejército venezolano

Expertos consultados por el Miami Herald describen a las fuerzas armadas venezolanas como “una institución disfuncional, con escasez de recursos, mantenimiento y entrenamiento”. Un análisis detallado revela deficiencias graves en todas sus ramas:

  • Ejército: Los tanques T-72 y vehículos blindados BTR-80 presentan fallos eléctricos y mecánicos graves, con escasez de repuestos y de técnicos cualificados.
  • Armada: Solo tres patrulleros oceánicos permanecen operativos; seis fragatas lanzamisiles han sido vendidas como desguace, y el país ya no cuenta con submarinos funcionales.
  • Fuerza Aérea: De 22 cazas Sukhoi Su-30, se cree que solo cuatro están operativos. Cuatro F-16 pueden volar, pero carecen de sistemas de misiles funcionales. La mayoría de helicópteros y aviones de transporte tiene inspecciones vencidas.
  • Defensa aérea: El Comando Integral de Defensa Aeroespacial opera aproximadamente al 20% de su capacidad. Aunque cuenta con sistemas S-300VM, BUK-M2E y PECHORA-2M, muchos de estos llevan más de una década sin mantenimiento adecuado.

Según el Miami Herald, “las fuerzas armadas han perdido la capacidad de operar estos sistemas con eficacia”, de acuerdo con los expertos consultados. Los niveles de entrenamiento oscilan entre el 25% y el 30%, con tropas poco cualificadas y una red de comunicaciones “prácticamente colapsada”. En muchos casos, los oficiales dependen de teléfonos celulares personales para coordinar maniobras.

¿Cómo se desarrollaría un conflicto?

El profesor Evan Ellis, del Instituto de Estudios Estratégicos del Colegio de Guerra del Ejército de Estados Unidos, ofreció al Miami Herald un análisis detallado sobre cómo podría desarrollarse una campaña militar estadounidense.

Según Ellis, tres factores podrían desencadenar una escalada: la reunión entre Donald Trump y el presidente chino Xi Jinping en Corea del Sur —donde una acción militar rápida proyectaría fuerza estadounidense—, el paso del huracán Melissa por la región y la llegada de recursos militares adicionales.

El experto prevé que las operaciones iniciales se centrarían en misiones antidrogas, que podrían evolucionar hacia “ataques terrestres limitados contra laboratorios o grupos de narcotráfico cerca de la frontera con Colombia, si los comandantes consideraban que ello no desencadenaría una escalada incontrolable”.

4 escenarios posibles del conflicto

Oficiales militares venezolanos en el exilio, consultados por el Miami Herald, describieron cuatro escenarios posibles:

  1. Captura o extracción de los cabecillas de los carteles mediante operaciones especiales coordinadas con miembros locales de la Policía o de las fuerzas armadas que recibirían recompensas.
  2. Eliminación de objetivos fijos o móviles relacionados con el narcotráfico, con énfasis en laboratorios, pistas clandestinas y centros de logística.
  3. Operaciones de hostigamiento sostenidas para presionar al régimen, sin ocupación territorial.
  4. Un levantamiento interno apoyado por facciones policiales o militares que decidieran colaborar con Washington.

Ellis precisó que una posible campaña de “decapitación”, a finales del año, podría dirigirse contra entre 10 y 20 figuras clave del régimen, incluida la vicepresidenta Delcy Rodríguez, el presidente de la Asamblea Nacional Jorge Rodríguez y el ministro del Interior Diosdado Cabello.

Las consecuencias para Venezuela

Según el Miami Herald, un alto oficial venezolano exiliado advirtió: “Cualquier intento de resistir un ataque estadounidense sería un suicidio. Ni siquiera serían capaces de hacer despegar sus aviones, mucho menos de sostener un combate prolongado”.

Un exgeneral citado por el periódico resumió el posible resultado de una confrontación al señalar que el ejército venezolano “no duraría más de unas pocas horas”.

Sin embargo, los analistas advierten que el colapso institucional de Venezuela dificultaría al país organizar una defensa efectiva, lo que aumentaría el riesgo de caos político y de consecuencias humanitarias si las fuerzas democráticas no logran llenar el vacío de poder que dejaría una caída repentina del régimen.

Por su parte, el gobierno de Venezuela advirtió que serían los países vecinos los que sufrirían las consecuencias más lamentables de una intervención por parte de Estados Unidos.

“No sería Venezuela la que pagaría las consecuencias más lamentables de una intervención de este tipo. Estamos hablando de los países vecinos: Colombia, el Caribe, Brasil, la propia Guyana, Trinidad y Tobago —esa que su primera ministra, Kamla Persad-Bissessar, nos amenaza y ha asumido una posición de guerra—. (…) Sufrirían las consecuencias más trágicas de cualquier intervención”, expresó el ministro de Exteriores, Yván Gil.