En las últimas horas, un incendio en el vertedero ubicado en el Km 22 ha generado preocupación entre y las autoridades ambientales debido a la presencia de contaminantes en el aire que podrían representar un riesgo para la salud pública y el medio ambiente.

El incendio ha liberado una gran cantidad de partículas suspendidas, entre las que se incluyen cenizas, hollín y otros materiales quemados. Estas partículas, al ser inhaladas, pueden causar problemas respiratorios y irritación en los ojos y la garganta. Esta calificación se basa en la metodología del proyecto Índice Mundial de Calidad del Aire.

Además, se ha detectado la presencia de diversos gases tóxicos, tales como monóxido de carbono (CO), dióxido de azufre (SO2), dióxido de nitrógeno (NO2), óxidos de nitrógeno (NOx), compuestos orgánicos volátiles (COV) y compuestos orgánicos persistentes (COP). Estos gases pueden tener efectos adversos en la salud humana y contribuir a la formación de smog y lluvia ácida.

Entre los compuestos orgánicos identificados se encuentran el benceno, tolueno, xilenos y otros hidrocarburos aromáticos polinucleares (HAP), los cuales son conocidos por sus efectos nocivos para la salud.

Asimismo, se advierte sobre la presencia de compuestos químicos como cloro, cianuro, amoníaco y otros productos presentes en los materiales en descomposición, los cuales representan un peligro adicional para la salud y el medio ambiente.

Las autoridades han recomendado a la población mantenerse alejada del área afectada y tomar precauciones adicionales, como utilizar mascarillas respiratorias y evitar la exposición prolongada al aire libre. Se espera que se realicen monitoreos continuos para evaluar la calidad del aire y tomar las medidas necesarias para mitigar los efectos de esta emergencia ambiental.