Conservadores woke

Conservadores woke

Extremar posiciones aprovecha la moda intelectual del momento

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Resumen Automático

12/09/2025 00:01
Fuente: Prensa Libre 

La idiosincrasia nacional fue desplazada hacia el conservadurismo por la intervención extranjera y luego por la militancia activa en la Guerra Fría en el ámbito internacional. No existen mayores estudios históricos sobre la comparación política de Costa Rica y Guatemala, en la evolución de sus regímenes revolucionarios de mitad del siglo pasado. Mientras en uno hubo una transición favorable a su modernización y adaptabilidad a las posiciones políticas moderadas, en el otro se estableció un régimen militar con su consecuente oposición, donde finalmente se llegó a un enfrentamiento armado. Luego, a pesar de los acuerdos de paz, la cultura política solo admite posiciones reactivas a las propuestas de cambio, calificadas como progresismo.


En la mayor parte de regímenes democráticos modernos, especialmente en Europa, el progresismo se ha expresado en los campos de elevación del nivel de vida a través de subsidios, modificación de las relaciones sexuales incluyendo una visión social de género, retraimiento de la militancia religiosa en la vida política y relativismo étnico cultural. Con el correr del tiempo, se exacerbaron las demandas sociales, proponiendo medidas claramente extremas, dando lugar a las posiciones conocidas como woke.


Roger Scruton (1944-2020) señaló al wokismo como el despliegue de una posición nihilista. Todo merece ser rebatido y, por lo tanto, nada del pasado sirve. Para el efecto: 1) se tiene el derecho a recibir emolumentos sin considerar un trabajo previo; 2) no existe el sexo, sino la decisión voluntaria de una multivariada expresión de género; 3) se deben rechazar los valores cristianos, patrióticos, antecedentes culturales de carácter general. Mientras tanto, solo hay identidades de pequeño grupo o expresiones secesionistas como válidas; 4) todo intento de relato motivacional tradicional es falso y engañoso, toda personalidad del pasado a la que se le atribuyan méritos es impostura debida a criterios etnocéntricos y racistas. Por lo tanto, a quienes argumenten contra condenas, debe cancelárseles y es válido insultarlos.

El activismo financiado no acepta objeciones racionales, pues prefiere la cancelación insultante.


Como se ve, el wokismo es una actitud de vida sin base argumentativa. En nuestro país, como se indicó arriba, se generó una concepción conservadora, de donde cabría esperar que no se produjera semejante actitud política. No obstante, existe una versión conservadora woke, especialmente en los últimos tiempos, a pesar de haberse reprimido toda demanda del cambio social colectivo.


El desarrollo monopólico dependiente se expresa en el aseguramiento de sus posiciones operantes por viejas autorizaciones. Para impedir a nuevos competidores, generan una serie de requisitos administrativos exigidos por oficinas públicas, aparentemente para garantizar condiciones sostenibles. En la Ciudad de Guatemala piden permisos de Inafor, como si fuera un bosque. Esconden las preferencias sexuales de sus funcionarios, para acorralar a los militantes por la libertad y respeto de opciones libres de género. Impulsan un día de la Biblia como buenos fariseos. Sus voceros critican abiertamente la independencia de Centroamérica, como si fuera un acto sin sustento popular. El uso de palabras clave: retornado en lugar de deportado, interno por preso, flexibilización del presupuesto para corrupción abusiva. En fin, los más contrarios a las posiciones liberales encuentran también su propia revolución nihilista.


Dicen ser muy tolerantes. Minorías se toman como voz representativa de clases y grupos étnicos. La causa de sus errores está en el pasado. Como señaló Scruton: el relativismo es el primer refugio de los canallas.