Más de cincuenta hombres rana de la división de rescate de los Bomberos Voluntarios realizaron una jornada masiva de limpieza subacuática en el Lago de Atitlán, que es visitado por más de 300 mil turistas al año y se encuentra rodeado de tres volcanes.

“Esta es una manera de poner un granito de arena para salvar al lago que tiene una gran belleza, pero que sufre un gran descuido y contaminación”, dijo a EFE Ricardo Morán, uno de los más de 50 buzos que se lanzaron al lago.

Los buzos, conocidos como “hombres rana” recuperaron decenas de llantas, botellas de vidrio, desechos metálicos y algas que se encontraban a unos 12 metros de profundidad.

Los bomberos contaron con el apoyo de los lancheros locales que pusieron sus naves a disposición para esta jornada de limpieza, la segunda que se realiza en cinco meses. En la anterior oportunidad los buzos, junto a un grupo de mujeres indígenas, recuperaron más de 4 mil libras de basura.

Durante esta jornada, las autoridades estatales colaboraron con las herramientas para el conteo y transporte de los desechos que fueron recuperados.

La iniciativa es de un colectivo de mujeres indígenas de San Pedro la Laguna, ubicado en la cuenta del lago y que desde hace una década trabajan para implementar políticas que protejan este cuerpo de agua, considerado sagrado, de la contaminación, principalmente de plásticos que son lanzados al agua y las playas.

Sobre el lago

El lago de Atitlán tiene una superficie de 130 kilómetros cuadrados, está rodeado por 13 comunidades indígenas y tres volcanes, tiene una profundidad de 381 metros, convirtiéndolo en el más profundo de Centroamérica.

En la actualidad, se estima que se descargan más de 400 litros de aguas residuales por minuto al lago y las autoridades gubernamentales se comprometieron en 2024 a activar cinco plantas de tratamiento más, que están deshabilitadas en los alrededores del lago.

Imágenes