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El 45% de los buses extraurbanos en Guatemala excede su vida útil, según la DGT
Las autoridades de la Dirección General de Transportes informa que el 45% de los autobuses extraurbanos en Guatemala tienen más de 25 años. Sin embargo, existen vacíos legales que permiten su operación, ¿por qué?
El accidente ocurrido el 10 de febrero ha marcado la vida de muchos guatemaltecos, dejando a algunos sin un ser querido y a otros sin toda su familia. Este trágico suceso no solo ha generado un profundo duelo nacional, sino que también ha evidenciado la urgencia de dar seguimiento a iniciativas, leyes y reglamentos eficientes para mejorar el servicio de transporte público en Guatemala.
El Reglamento para la Prestación de Servicio Público de Transporte Extraurbano de Pasajeros por Carretera y Servicios Especiales Exclusivo de Turismo, Agrícola e Industrial, establecido en el acuerdo gubernativo 225-2012, establece que la vida útil de un autobús destinado al servicio de transporte de pasajeros es de 25 años a partir de su fabricación.
Los datos actuales de la Dirección General de Transportes (DGT) revelan que 21 mil 748 autobuses están autorizados para prestar el servicio de transporte extraurbano en el país. De estos, el 45.5% tiene más de 25 años de uso.
Antigüedad de los autobuses | Cantidad | Porcentaje del parque vehicular |
Más de 25 años | 9,909 | 45.56% |
Menos de 25 años | 11,839 | 54.44% |
Según los registros de la DGT, el autobús de modelo más reciente está registrado como del año 2024, mientras que el más antiguo data de 1974. Este último, según la información proporcionada, no debería estar circulando.
Además, de las unidades que actualmente tienen menos de 25 años, casi el 30% alcanzará el límite en los próximos cinco años.
Por qué miles de buses siguen operando con más de 25 años
Ana Elizabeth Velásquez Rodríguez, jefa de la Dirección General de Transportes, explica que la misma ley permite un período de gracia de cinco años para que las unidades continúen operando luego de cumplir el límite de antigüedad. Además, establece un sistema de renovación de licencias cada 10 años, lo que ha permitido que buses con 25, 30 y como máximo de 40 años de uso sigan en circulación.
“Estos casos se deben a vacíos legales que permiten tomar decisiones discrecionales. La ley no es clara y admite múltiples interpretaciones, lo que ha generado esta situación”, señala Velásquez.
La directora de la DGT explicó que una de las primeras acciones evaluadas al asumir el cargo fue implementar cambios para mejorar el transporte público. No obstante, agregó que los propietarios de los autobuses están enfocados en que se amplíe la ley para extender la vida útil de cada unidad, ya que, según afirman, actualizar la flota requiere una inversión demasiado elevada.
Por su parte, Rafael Valladares, profesor investigador del Centro de Estudios Urbanos y Regionales (CEUR) de la Universidad de San Carlos (Usac), destaca que, además de la antigüedad de las unidades, otro factor determinante en los accidentes es el poco o nulo mantenimiento preventivo de los autobuses.
“El accidente ocurrido recientemente bajo el puente Belice es un ejemplo de cómo la falta de mantenimiento puede provocar tragedias. Sin embargo, el factor humano es igual de relevante: muchos conductores no tienen experiencia, carecen de los documentos requeridos y, sobre todo, no reciben capacitación adecuada, lo que compromete la seguridad de los pasajeros y de otros usuarios de la vía”, explica Valladares.