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Plantean subsidios y acceso a tierra con vocación industrial para captar inversión en semiconductores
Dentro de la hoja de ruta del chip, experto propone que el Ejecutivo y las municipalidades impulsen incentivos no fiscales para atraer inversión tecnológica. Zolic asegura que podrían diseñarse propuestas nuevas de valor.
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Según Lisardo Bolaños, coordinador técnico de la iniciativa Guatemala No Se Detiene, Guatemala podría comenzar a desarrollar incentivos no fiscales desde el Ejecutivo y las municipalidades para atraer a inversionistas interesados en establecer fábricas de semiconductores en el país. Bolaños señala que se podrían implementar tres medidas: programas de subvenciones, acceso facilitado a terrenos con vocación industrial y simplificación de trámites.
Por su parte, Byron Azmitia, gerente general de Zona Libre de Industria y Comercio (Zolic), indicó que actualmente evalúan, junto con actores nacionales e internacionales, la posibilidad de que Guatemala diseñe propuestas de valor diferenciadas para sectores de alta tecnología. Esto, explicó Azmitia, debido a la participación de Zolic con ProGuatemala en “La Ruta del Chip”.
Durante el Seminario sobre Semiconductores, realizado el pasado 9 de agosto, se concluyó que es necesario fomentar la industria de semiconductores mediante políticas fiscales y financieras.
Según Bolaños, los incentivos actuales no bastan para atraer a sectores tecnológicos y de maquinaria. A su juicio, Guatemala está perdiendo terreno frente a otros países que ofrecen incentivos más “atractivos”. Mencionó, por ejemplo, que El Salvador concede exoneraciones del ISR por hasta 45 años, mientras que en República Dominicana el plazo es de 20 años, renovables.
Incentivos no fiscales
Bolaños afirma que los incentivos no fiscales que podrían desarrollarse desde el Ejecutivo y las municipalidades buscan atraer industrias tecnológicas, como la de semiconductores. Entre estos figuran:
- Programas de subvenciones competitivas. Según Bolaños, se trataría de que las entidades gubernamentales compensen parte de los costos de inversión inicial mediante transferencias de dinero, dada la magnitud y el potencial de generación de empleo de este tipo de proyectos. Cita como ejemplo que países como India han aplicado programas similares para captar la producción de teléfonos celulares.
- Facilidad de acceso a terrenos. Bolaños destaca que el acceso a tierra debe tener como condición que esta cuente con vocación industrial.
- Agilización de trámites. Según el funcionario, establecer operaciones en Guatemala puede tardar hasta diez veces más que en países vecinos, debido a la complejidad de los procedimientos. Esa situación, argumenta, ha alejado a inversionistas interesados.
A corto plazo, Bolaños considera viable comenzar con programas de subvenciones específicas para atraer inversiones o nuevos sectores. Estas ayudas podrían abarcar desde la compra de terrenos y maquinaria hasta la construcción de plantas de tratamiento de agua y estaciones eléctricas.
“Creo que ese es un elemento que puede desarrollarse como parte de una política de atracción de inversiones y la generación de un acuerdo gubernativo que reglamente el funcionamiento del programa”, afirma Bolaños, quien añade que hay recaudación tributaria disponible para asignar recursos.
A nivel municipal, sugiere implementar mecanismos similares que faciliten la obtención de licencias de construcción y hagan más competitivas las tasas y los costos asociados.
Facilitar la tierra
Según Bolaños, un elemento clave a considerar es que la competencia inmediata ofrece condiciones similares a las de Guatemala en aspectos como cercanía al mercado norteamericano y acuerdos comerciales. En ese sentido, el país no tiene desventajas frente a sus vecinos.
Bolaños indica que uno de los incentivos utilizados en otras regiones —entre ellas, México y países de Sudamérica— es el ofrecimiento de terrenos. Esto implica que las municipalidades o gobiernos están dispuestos a cederlos gratuitamente o mediante esquemas de arrendamiento a precios simbólicos.
“Lo que consideran es que la inversión permite generar un salto importante en la modernización de la economía y en la creación de empleo”, explica.
Por su parte, Byron Azmitia, gerente general de Zolic, afirma que las Zonas de Desarrollo Económico Especial Públicas (ZDEEP) cuentan con áreas específicas que pueden adaptarse según las necesidades de cada operación:
“Zolic está en capacidad de coordinar con las ZDEEP para asegurar que las empresas de semiconductores —de cualquier tipo— tengan acceso a espacios estratégicamente ubicados, cercanos a infraestructura logística y conectividad regional”.
En caso de que la donación de terrenos no sea una opción, Bolaños sugiere alternativas como el desarrollo de sistemas de transporte público que faciliten el traslado de los trabajadores desde sus hogares hasta las fábricas. También plantea como viable la habilitación de proyectos de vivienda y comercio alrededor de los complejos industriales.
Al respecto, Azmitia señala que el modelo de Zolic permite que los desarrolladores de las ZDEEP construyan infraestructura conforme a la demanda de cada sector. Varias de estas zonas, explica, operan bajo el modelo built to suit, lo que permite adaptar las instalaciones a los requerimientos específicos de los usuarios.
Asimismo, afirma que dentro de estas áreas se contemplan espacios para urbanización básica, así como servicios de energía, agua y acceso vial.
Mejorar competitividad
Para Bolaños, el capital humano también constituye un incentivo relevante. Aunque Guatemala ya cuenta con programas de capacitación impartidos por el Intecap, considera que estos deben fortalecerse y agilizarse para facilitar la vinculación efectiva al mercado laboral.
Añade que países con incentivos fiscales más “generosos” que los de Guatemala —como Honduras, El Salvador o República Dominicana— no han enfrentado dificultades para mantener niveles de recaudación tributaria superiores a los del país.