La Selección Nacional de Guatemala concluyó su histórica participación en la Copa Oro 2025 tras caer 2-1 ante Estados Unidos en la semifinal disputada en el Energizer Park, de San Luis, Misuri.

El moderno estadio tuvo un lleno total, pero fue el aliento guatemalteco el que dominó en cada jugada. El “¡Vamos Guate!” retumbó durante los 90 minutos, acompañando cada esfuerzo de los dirigidos por Luis Fernando Tena.

Una vez finalizado el encuentro, la emoción se desbordó. Decenas de aficionados aprovecharon la cercanía de las gradas con el terreno de juego para saltar al campo y saludar a sus ídolos, en una muestra de cariño y agradecimiento que reflejó el profundo vínculo entre la Selección y su gente.

Durante los cinco juegos de la Azul y Blanco en el torneo, la presencia de guatemaltecos en las gradas fue constante. California, Texas, Minnesota y Misuri vivieron una auténtica fiesta azul y blanca en cada presentación del equipo nacional.

Sentimiento de familia

Los migrantes guatemaltecos en Estados Unidos y los que viajaron desde Guatemala no ocultaron su orgullo. La Bicolor se convirtió en un símbolo de esperanza, unidad e identidad para miles que viven fuera del país.

Los aficionados admitieron que la Bicolor les despierta un sentimiento único y difícil de explicar, los acerca al país, aunque se esté a miles de kilómetros, los hace sentir como una gran familia.

Un adiós con la frente en alto

Aunque el resultado ante Estados Unidos no permitió avanzar a la gran final, Guatemala se despidió con las botas puestas, dejando una imagen digna, con orden, entrega y emoción. Los jugadores y el cuerpo técnico, liderado por Luis Fernando Tena, se marchan con el respeto y cariño de una afición que ya espera con ilusión los próximos retos.

Guatemala cierra su paso por la Copa Oro 2025 como una de las grandes revelaciones del torneo, y con una generación que promete seguir compitiendo por grandes objetivos.