Ciudad de Guatemala, 4 jun. (AGN).- Durante su disertación ante la 78 Asamblea General de las Naciones Unidas, el presidente Bernardo Arévalo, destacó los esfuerzos que ha efectuado el Gobierno de Guatemala en la lucha contra la corrupción.

Ante los países miembros de la ONU, el mandatario, vistiendo un traje gris, indicó:

En Guatemala, (estamos) haciendo esfuerzos tremendos para combatir la corrupción. A la fecha mi gobierno ha presentado más de 84 denuncias de gran corrupción ante la Fiscalía.

Además, destacó que se han eliminado más de mil 300 puestos en el servicio público que eran parte de mecanismos de compra de voluntades y clientelismo.

#EnDirecto | El presidente @BArevalodeLeon participa en el 78° Período de Sesiones de @ONU_es. 📢 https://t.co/mTIlkjpp3g

— Gobierno Guatemala (@GuatemalaGob) June 3, 2024

Creación de una comisión

El mandatario guatemalteco indicó que en esta administración se creó la Comisión Nacional Contra la Corrupción, dirigida por Santiago Palomo.

Hemos integrado una comisión especial con participación de la sociedad civil, que tiene a su cargo la identificación de casos, esquemas y patrones de enriquecimiento ilegal, para su denuncia inmediata.

Además, indicó que se busca generar conocimiento que permita diseñar políticas públicas efectivas para la prevención y combate de la corrupción.

En paralelo, el Gobierno está colaborando con el Organismo Legislativo en la promulgación de reformas clave para fortalecer el sistema de justicia. Esto, porque la persecución de la corrupción requiere de una justicia independiente e imparcial.

Fortalecer los lazos de cooperación y amistad de Guatemala ante el mundo es fundamental para el desarrollo del país. 🇬🇹🤝🏼🇺🇳

Gracias, @antonioguterres, por el respaldo a la democracia en Guatemala. Un país con instituciones democráticas y un sistema de justicia independiente son… pic.twitter.com/0ybOs3PP5c

— Bernardo Arévalo (@BArevalodeLeon) June 3, 2024

La corrupción una amenaza

El presidente Arévalo resaltó que un poder corrupto debilita los principios de libertad de los pueblos y se alimenta de las injusticias. Enfatizó en que donde no hay justicia, no hay paz.

La corrupción es una amenaza para la democracia. La corrupción es una amenaza para la paz. La corrupción es una amenaza para el desarrollo.

Resaltó que Guatemala lo constató una y otra vez con los conflictos y las guerras que se desataron por las injusticias y las ilegalidades, y la corrupción promueve ambas. Además, la corrupción es el aceite que lubrica el comercio de substancias ilícitas, el tráfico de armas, la trata de personas.

También indicó que la corrupción hace inviable cualquier esfuerzo para alcanzar el desarrollo, al desviar hacia bolsillos privados los recursos que debieran destinarse a invertir en el bienestar de la gente.

La corrupción erosiona y elimina la efectividad de las instituciones públicas, al suplantar los objetivos que norman su funcionamiento. Esta traiciona la democracia, al desvirtuar el principio de soberanía popular que debe regir sus instituciones.

Además esta hace imposible la justicia, al condicionar a transacciones materiales el funcionamiento de fiscalías y cortes.

#PorSiTeLoPerdiste | El ministro de Finanzas Públicas, Jonathan Menkos Zeissig @jmenkos, y el comisionado contra la corrupción @santipalomov, nos comentan sobre su participación en el “Diálogo Público-Privado entre Estados Unidos y Centroamérica sobre la Banca Corresponsal”, que… pic.twitter.com/tKugUGfLBZ

— Ministerio de Finanzas Públicas (@MinfinGT) June 1, 2024

Ética e integridad

En tanto, el mandatario compartió con los presentes sobre la importancia de la ética y la integridad para la democracia de un país.

Creo que es importante compartir con ustedes una de las principales lecciones que nuestra sociedad ha aprendido en su desarrollo político de las últimas décadas: La ética, la integridad en la función pública son condiciones necesarias para el desarrollo sostenible.

El gobernante resaltó los países que no enfrenten con éxito la corrupción cargarán siempre con un peso inconmensurable que hará inviable su camino hacia el bienestar generalizado y la prosperidad compartida.

Destacó que, durante mucho tiempo, la corrupción era considerada como un problema secundario asociado a la gobernabilidad, casi como una deficiencia inevitable.

La experiencia reciente del mundo, y ciertamente la de mi país, evidencia que la corrupción es mucho más que eso: es un problema estructural y esencial al funcionamiento de los Estados, que ha asumido características y dimensiones amenazantes en el marco de la globalización del planeta, enfatizó el Presidente.

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