Opinión: El talento joven impulsa la transformación fintech en Guatemala

Opinión: El talento joven impulsa la transformación fintech en Guatemala

Ya no basta con saber programar. Se requieren perfiles capaces de integrar conocimiento técnico, financiero, normativo y analítico y que mantengan una mentalidad ética.

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03/07/2025 05:59
Fuente: Prensa Libre 


En medio de la transformación digital que atraviesa Guatemala, uno de los mayores desafíos y, al mismo tiempo, una de las principales oportunidades, es el desarrollo del talento con conocimientos financieros y tecnológicos. El crecimiento acelerado del ecosistema fintech, que ya posiciona al país como el segundo más dinámico de Centroamérica y el Caribe, demuestra un gran potencial de innovación. Para que este impulso se consolide y escale de forma sostenible, es fundamental apostar por el fortalecimiento del capital humano que lo hace posible.

El país enfrenta profundas brechas estructurales que limitan el acceso a servicios financieros y a las oportunidades que ofrece esta nueva economía digital. Más del 71% de los trabajadores guatemaltecos se encuentran en la informalidad (ENEI, 2022), sin acceso a herramientas financieras básicas. Solo el 37% de la población tiene acceso a servicios financieros, según Banguat; el 16%, a seguros; y apenas el 12%, a crédito.

El sistema educativo también presenta brechas importantes, especialmente en competencias clave como matemáticas, razonamiento lógico y comprensión cuantitativa. Según los últimos datos de PISA-D, el 89% de los estudiantes guatemaltecos se encuentra por debajo del nivel 2 en matemáticas. Pero más que un obstáculo definitivo, esta realidad debe asumirse como un llamado urgente a invertir en la niñez y la juventud. Guatemala cuenta con una población joven, resiliente y creativa. Si se les brindan las herramientas adecuadas, podrían convertirse en protagonistas de la transformación digital del país, liderando sectores como el fintech, donde el talento humano es el motor de la innovación.

Y, afortunadamente, las condiciones para crecer están dadas. Guatemala ya cuenta con 96 fintechs activas y con una Asociación Fintech, fundada en el 2021, que agrupa a más de 100 actores, incluidos emprendimientos, bancos e instituciones aliadas. Según el BID, Guatemala es uno de los seis mercados fintech emergentes con una tasa de crecimiento del 44% anual. Además, el país tiene la población económicamente activa más grande de la región (6.7 millones de personas), una mayoría joven, de entre 0 y 29 años, que representa el 59.6% (Encovi, 2024); una infraestructura digital en expansión, con 1.2 líneas telefónicas por habitante (SIT e INE, 2023); y una penetración de internet del 65% (Banco Mundial).

La industria fintech demanda hoy habilidades híbridas: ya no basta con saber programar. Se requieren perfiles capaces de integrar conocimiento técnico, financiero, normativo y analítico; profesionales que diseñen soluciones adaptadas a contextos locales, operen en entornos complejos y mantengan una mentalidad ética, flexible y orientada al aprendizaje continuo.

Ante este panorama, es necesario desarrollar talento a escala nacional que contemple el potencial de sectores emergentes en el país y la región. Cerrar la brecha entre la oferta educativa y la demanda del ecosistema productivo implica mucho más que ampliar la cobertura académica: se trata de repensar el modelo educativo. Es urgente crear trayectorias formativas flexibles, actualizadas y alineadas con las verdaderas necesidades del mercado.

Esto incluye rediseñar la formación básica y media con un enfoque en matemáticas y habilidades digitales; fortalecer los programas universitarios y técnicos en áreas clave como ciberseguridad y ciencia de datos; y promover experiencias prácticas mediante pasantías, mentorías, espacios de innovación y contacto directo con empresas fintech. La creación de laboratorios fintech en universidades, incubadoras de talento y esquemas de sandbox regulatorio puede permitir probar soluciones innovadoras sin poner en riesgo a los usuarios.}

Algunas fintechs del ecosistema están demostrando un efecto multiplicador: forman y atraen talento local, y al mismo tiempo lo canalizan hacia soluciones concretas de inclusión financiera. Estas iniciativas permiten que emprendedores históricamente excluidos accedan a servicios como microcréditos digitales, lo que impulsa la formalización, el crecimiento de pequeños negocios y la resiliencia económica de miles de familias. Este modelo no solo amplía el acceso al crédito, también fortalece el tejido productivo del país y demuestra que el desarrollo de capital humano puede convertirse en una palanca directa para el crecimiento económico sostenible.

Invertir en talento no es solo una estrategia sectorial, es una apuesta de país. En un entorno tan cambiante como el fintech, la capacidad de aprender, desaprender y adaptarse es tan valiosa como el conocimiento técnico. Desarrollar talento especializado significa fomentar la inclusión financiera, cerrar brechas de acceso y abrir nuevas oportunidades a miles de guatemaltecos.

Necesitamos una visión clara y sostenida, que entienda que la innovación no ocurre por generación espontánea: se construye, se cultiva, se forma. Si se toman las decisiones correctas hoy, el país no solo podrá transformar su sistema financiero desde adentro, también estará en posición de liderar a toda la región. Apostar por el desarrollo del capital humano es construir las bases de un futuro más competitivo, más justo y más conectado. El momento para hacerlo es ahora.

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