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Desafíos de El Gran Jaguar: el primer nanochip diseñado en Guatemala
En los laboratorios de Ingeniería Electrónica de la Universidad del Valle de Guatemala (UVG), un grupo de estudiantes e investigadores trabaja en un proyecto que podría marcar un hito en la historia tecnológica del país: El Gran Jaguar, el primer nanochip diseñado en Guatemala.
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Este proyecto no solo representa un logro académico, sino, también, una oportunidad para que Guatemala se integre a la cadena global de suministro en la industria de los semiconductores. Además, abre nuevas posibilidades en campos como la biomédica, la autotrónica y las telecomunicaciones.
La historia de El Gran Jaguar se remonta al 2009, cuando el Departamento de Ingeniería Electrónica de la UVGincursionó en el mundo del diseño nanoelectrónico.Desde entonces, el camino ha estado lleno de desafíos, pero también de avances significativos.
Uno de los primeros obstáculos fue la adquisición de licencias de software especializado, necesarias para diseñar nanochips. Este reto se superó en el 2013, gracias al liderazgo y visión de Carlos Esquit, director de la carrera de Ingeniería Electrónica, Mecatrónica y Biomédica, lo cual permitió dar el primer gran paso hacia la creación del laboratorio de diseño y del primer curso formal de Diseño Microelectrónico en Guatemala —de los primeros en Latinoamérica—.
En el 2014, se creó formalmente el laboratorio, impulsado por el trabajo de graduación de Jonathan de los Santos, quien, además, logró concretar el primer diseño funcional con la utilización de estas herramientas.
Superar barreras
Mantener el laboratorio actualizado ha sido un reto constante. El software empleado requiere actualizaciones anuales, lo que implica una inversión de tiempo continuo y un esfuerzo técnico importante. Además, los estudiantes deben aprender a utilizar sistemas operativos como Linux, ya que el software funciona únicamente en esa plataforma. Esta necesidad ha fomentado una cultura de autoaprendizaje y resiliencia entre los jóvenes investigadores.
En el 2019, el proyecto recibió un impulso clave, al establecer vínculos con una empresa internacional que funge como intermediaria entre universidades y plantas de producción para la fabricación de circuitos integrados.Este respaldo permitió avanzar hacia la posibilidad de fabricar los diseños desarrollados, y se obtuvo acceso a tecnología de fabricación de 180 nanómetros.
El mayor desafío llegó en el 2020, con la pandemia de covid-19, pues el confinamiento obligó a los investigadores a continuar su trabajo en forma remota. A pesar de las dificultades, la universidad brindó apoyo constante, incluida la adquisición de software especializado para facilitar el trabajo desde casa.
Un salto tecnológico
En el 2024, el equipo enfrentó un nuevo reto: la tecnología de fabricación de 180 nanómetros —utilizada hasta entonces— fue declarada obsoleta. Esto obligó a rediseñar todo el proyecto para adaptarlo a una tecnología más avanzada de 65 nanómetros, lo que representa una escala tres veces más pequeña que la original.
Este cambio no solo implica un rediseño técnico, sino, también, una enorme carga de aprendizaje y validación experimental para asegurar que los resultados sean correctos. La complejidad del nuevo diseño exige un nivel de precisión y conocimiento aún mayor.
A pesar de todos los obstáculos, el equipo de Ingeniería Electrónica de UVG ha demostrado una admirable capacidad de adaptación. Unos 42 estudiantes, docentes y líderes con visión de futuro han trabajado durante más de una década para hacer realidad un sueño que parecía inalcanzable: que Guatemala diseñe su propio nanochip, como lo hacen las grandes empresas (Intel, AMD y Nvidia).
Hoy, El Gran Jaguar está más cerca que nunca de convertirse en una realidad tangible —se espera que esté concluido entre finales de este año y principios del 2026—. Su desarrollo no solo es un símbolo de innovación, sino, también, una muestra del talento, perseverancia, determinación y pasión que se manifiesta en el país.
Con cada desafío superado, el equipo se acerca más a su objetivo: ver El Gran Jaguar funcionar en los laboratorios del campus central de la UVG, como un emblema del ingenio guatemalteco y una inspiración para las futuras generaciones.
*Catedrático de Ingeniería Electrónica de UVG y coordinador del proyecto El Gran Jaguar