Las “llamas de los Cuchumatanes”, una experiencia única en Huehuetenango

Las “llamas de los Cuchumatanes”, una experiencia única en Huehuetenango

Huehuetenango, 09 nov (AGN). – A 256 kilómetros de la ciudad de Guatemala se encuentra la finca Llamas de los Cuchumatanes en donde se albergan 19 ejemplares, nietas y bisnietas de una donación de llamas originarias de Santiago, Chile. La donación, fue realizada para que, en la sierra de los Cuchumatanes, se reprodujeran más llamas y […]
09/11/2024 09:31
Fuente: AGN 

Huehuetenango, 09 nov (AGN).A 256 kilómetros de la ciudad de Guatemala se encuentra la finca Llamas de los Cuchumatanes en donde se albergan 19 ejemplares, nietas y bisnietas de una donación de llamas originarias de Santiago, Chile.

La donación, fue realizada para que, en la sierra de los Cuchumatanes, se reprodujeran más llamas y así poblar el territorio de estos animales para utilizar su lana y producir diferentes accesorios; en su momento no se tuvieron los debidos cuidados y se fueron extinguiendo. Sin embargo, en la finca de la familia Ramos, aún preservan la especie, que se ha ido dividiendo en dos tipos: llamas y guanacos.

La rutina de las llamas de la finca es pastorear en los alrededores durante la mañana, y son alimentadas por concentrado, milpa, repollo o lechuga, su comida favorita la avena natural.

La gestación de las llamas es de 11 meses 15 días y tienen una proyección de vida de 20 años. Cruz Ramos, administrador de la finca, explica que cuando una hembra cumple los 3 años, ya empieza a aparearse y a los 4 años nace la cría.

Entonces, cuando nace la cría, esperamos aproximadamente 20 días, devolvemos la hembra otra vez con el macho para que no pierda la cadena de gestación.

Las llamas de la finca de la familia Ramos, son muy amigables con los visitantes. A excepción del macho más grande, llamado Guayo el cual mantienen alejado del resto.

 

Dentro de la finca, la familia Ramos tiene dos parejas de llamas guanacos. Esta especie es distinguida por tener menos pelaje, en cuello, rostro y patas, además también tienen el cuello más largo.

En tema de reproducción, solo pueden reproducirse entre su misma especie, llamas juntas y guanacos juntos, ya que de mezclarse nace una cría estéril y ya no podrían seguir reproduciéndose.

Un dato interesante, es el pelaje de las llamas, el cual trasquilan dos veces al año, para poder elaborar peluches y venderlos a los turistas.

La finca Llamas de los Cuchumatanes está abierta a todo público. Con un precio de ingreso de 20 quetzales por adultos y 15 quetzales los niños. Tarifas para mantener las necesidades de las llamas. Acá los turistas pueden fotografiarse con las llamas y convivir con los demás animales, entre ellos ponys, avestruces y pavorreales.

Con información de Cindy Alonzo/Guatemala TV

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Jm/