Identidad, poder y democracia: los desafíos del discurso étnico en Guatemala

Identidad, poder y democracia: los desafíos del discurso étnico en Guatemala

Valdez enfatizó que la identidad guatemalteca actual no puede desvincularse del mestizaje.

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06/07/2025 22:58
Fuente: Canal Antigua 

En Análisis 8:45, conversamos con Julio Valdez, profesor de Historia y licenciado en Antropología por la Escuela de Historia de la USAC, máster en Psicología Social, sobre el tema: “Identidad, poder y democracia: Los desafíos del discurso étnico en Guatemala”.

Durante la entrevista, Valdez abordó el complejo panorama identitario del país, partiendo de una premisa clara:

“No existe una sola comunidad maya; existen 22 grupos etnolingüísticos de origen maya.”

Censo 2018: ¿una disminución de población indígena?

Uno de los puntos centrales fue el cuestionado resultado del Censo de Población 2018, que mostró una disminución del porcentaje de población indígena respecto a censos anteriores.

Valdez explicó que este descenso se debe, en parte, a que ahora las personas pueden autodefinir su pertenencia étnica. Sin embargo, muchas no se identifican como “maya” porque desconocen que ese término agrupa a 22 pueblos distintos, muchos de los cuales no comparten idioma ni prácticas culturales.

“De esos 22 grupos mayas, cuatro son mayoritarios: el quiché, el k’iche’, el mam y el q’eqchi’. Estos representan cerca del 80% de la población maya hablante en Guatemala.”

El caso Xinca y la politización de la identidad

Valdez también abordó el caso de la identidad xinca, cuya población, según investigaciones realizadas en 2002 por universidades como Landívar y Del Valle, contaba con menos del 20% de hablantes del idioma.

Sin embargo, en un periodo de 16 años, se reportó un incremento de más del mil por ciento de personas que se identifican como xincas. Según el historiador, este fenómeno no refleja una recuperación lingüística, sino una apropiación simbólica con fines políticos y de resistencia territorial.

“En áreas como Santa Rosa, donde hubo conflictos con empresas mineras, algunas ONG promovieron que las comunidades se asumieran como xincas, ya que solo los pueblos indígenas pueden declarar un sitio como sagrado, no así los ladinos.”

Este uso estratégico de la identidad permitió que algunas comunidades enfrentaran legalmente a las empresas extractivas mediante la protección de territorios considerados sagrados.

Finalmente, Valdez enfatizó que la identidad guatemalteca actual no puede desvincularse del mestizaje.

“El 100% de la población en Guatemala es mestiza. Pagamos con quetzales, no con trueque, y ninguna comunidad vive exactamente como en tiempos precolombinos.”

Este planteamiento, lejos de negar las raíces indígenas, invita a reflexionar sobre cómo se construye la identidad y cómo se usa, a veces, como herramienta de poder en contextos sociales y políticos.