Con un ojo puesto en el partido frente al Villarreal del próximo martes, gracias a un gol de Naby Keita, el Liverpool obtuvo en Newcastle la victoria necesaria para alcanzar la cima de la Premier, con dos puntos de ventaja sobre el Manchester City, al que obliga ahora a no fallar en Leeds, en la trigésima quinta jornada del campeonato inglés.

Pendiente de cerrar en La Cerámica otra presencia en la final de la Liga de Campeones, Jurgen Klopp reservó al grupo que vertebra su juego (Alexander-Arnold, Thiago y Salah) y la jugada no le salió mal en una salida complicada, St James Park, y ante un equipo al alza, que había ganado sus últimos cuatro partidos.

Pese a las dudas que podía generar la apuesta de Klopp, renovado hasta 2026 esta misma semana, el Liverpool tan solo se vio realmente apurado en el cuarto de hora inicial, cuando el Newcastle presionó alto y, alentado por su público, pareció dar con la forma de superar a los rojos. Sin embargo, el gol de Naby Keita, asistido por Diogo Jota (min. 19) acabó con esa ilusión y, pese a que a los locales les fue anulado por fuera de juego un tanto del paraguayo Miguel Almirón, el conjunto de Klopp no se vio excesivamente exigido y alcanzó el descanso con una posesión apabullante (70 por ciento). En el segundo tiempo, pese a que el Newcastle trató de controlar más el juego, las mejores ocasiones volvieron a ser del Liverpool, que pudo aumentar el marcador, sobre todo con una clara oportunidad desperdiciada por Sadio Mané. Klopp dio entrada en el tramo final a Salah y Thiago, y resguardó un triunfo con el que pone toda la presión sobre el City de Guardiola.