SEGURIDAD EN MI COLONIA ¿???

SEGURIDAD EN MI COLONIA ¿???

Luego del traslado de la ciudad de Guatemala al Valle de la Asunción, esta  se dividió en barrios: grupos de viviendas dentro del perímetro del Centro Histórico, organizados alrededor de iglesias y cantones, sitios en la periferia. Para noviembre de 1913, la capital contaba con una estructura administrativa compuesta por catorce cantones, cuatro aldeas y […]

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15/11/2025 08:00
Fuente: La Hora 
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Luego del traslado de la ciudad de Guatemala al Valle de la Asunción, esta se dividió en barrios: grupos de viviendas dentro del perímetro del Centro Histórico, organizados alrededor de iglesias y cantones, sitios en la periferia.

Para noviembre de 1913, la capital contaba con una estructura administrativa compuesta por catorce cantones, cuatro aldeas y más de cincuenta caseríos.

Con datos de licenciada Frida Morales reconocemos que en el olvido han quedado igualmente, los nombres que dieron vida a las calles y avenidas para recordar a quienes vivieron en dichos sitios, como la calle del Fino. Lo que ocurrió hacia 1791, cuando se estableció la división municipal.

Imagínese usted dándole vida y nombre a la calle en donde se ubica su casa, pues en estos tiempos creo que llegaríamos a golpearnos e incluso matarnos por el nombre, lo que en esa época si bien, llevó a discusiones, se zanjearon y se logró darle personalidad a la ciudad con nombres de personajes que se volvieron icónicos en el siglo XIX.

Al producirse los terremotos de 1917 y 1918, ya en el siglo XX, se crean campamentos provisionales que, con el tiempo, evolucionaron a territorios formales, como La Recolección, Santa Elena, El Gallito, Gerona, La Palmita y Concordia.

Esta última, construida en 1935, reconocida por la Municipalidad de Guatemala como la primera colonia oficial, llamada en la actualidad Colonia 25 de Junio, ubicada entre la 12 y la 15 avenida, y la 23 y 26 calle, zona 5 de la Ciudad de Guatemala.

Para 1953, la capital contaba ya con aproximadamente 67 colonias, reflejando un crecimiento urbano más organizado.

La iniciativa privada introdujo el concepto de lotificación, con la construcción de colonias como El Sauce, Jardines de la Asunción, Villa de Guadalupe y Vista Hermosa, utilizando materiales más innovadores.

Estos sitios que hasta finales del siglo XX eran vías libres, ahora se ven cercados y circunscritos a portones y talanqueras.

En violación del Artículo 26 de la Constitución Política de la República, que garantiza que «toda persona tiene libertad de entrar, permanecer, transitar y salir del territorio nacional». Esto sienta la base para el derecho de circular libremente, sujeto a las regulaciones establecidas por ley. Estableciendo la libre vialidad en todo el territorio, incluyendo las colonias y los residenciales.

Sin embargo, desde inicios del siglo XXI hemos visto como las calles han sido cercadas y cerradas y los nuevos residenciales surgen ya con un cerco a su alrededor, lo que proporciona seguridad a los habitantes, debido a la situación delincuencial que vivimos.

Aunque estos cercos no han parado a la delincuencia, pese a que los vecinos realizan un pago por su seguridad.

Recientemente, se conoció sobre un guardia de seguridad, de una colonia de Villa Nueva. Cuyo pasado lo marca como delincuente según información periodística, quien acudió a la subestación de la PNC del sector, a denunciar un robo, pero al verificar su situación y le apareció una orden de captura por homicidio desde 2012 y tres antecedentes más por, homicidio y robo agravado en 2014.

Lo que llama la atención es como esta persona con ese historial delictivo pudo ser contratado por una empresa de seguridad, a la que los vecinos le pagan para estar seguros, lo que resulta difícil creer en manos de esta persona.

Y nos preguntamos como es posible que la Junta Directiva de la colonia, la que ahora casi es ley en las colonias y residenciales, no investigara a la empresa que contrató y cada una de las personas asignadas. Tan simple como solicitar antecedentes policíacos y penales. Y evitar poner en riesgo a los vecinos.

Ejemplos como este o peores hay muchos, recordemos el caso de la señora que solicitó, al agente de seguridad de su colonia, ayuda para colocar un garrafón de agua y fue violada en su propio domicilio. O el del agente de seguridad que disparó contra un vecino, según dijo por no acatar sus órdenes.

Así que ahora al mejor estilo de “durmiendo con el enemigo” los vecinos, además de pagar por “seguridad” debemos de cuidarnos de quien la proporciona.

Y nos preguntamos ¿QUIÉN VIGILA AL QUE VIGILA?