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Kendall “El apestoso” Francois: El asesino que escondió en su casa los cuerpos de 8 mujeres
Tras el hallazgo de los cuerpos en Nueva York, la sociedad estadounidense lo catalogó como uno de los asesinos en serie más siniestros de la historia criminal moderna del país.
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Este martes 12 de agosto se cumple una década de la muerte de Kendall Francois, de 54 años, conocido internacionalmente como “el Apestoso”, un asesino en serie estadounidense que fue condenado en la ciudad de Poughkeepsie, Nueva York, por el asesinato de 8 trabajadoras sexuales, cuyos cuerpos posteriormente escondió en su propia casa.
La historia de terror en el condado de Dutchess comenzó en enero de 1996, pero se desató en diciembre de 1998, cuando los vecinos de Kendall, un exmilitar corpulento y callado que trabajaba en la universidad local, reportaron un “olor nauseabundo” y un “hedor insoportable” provenientes de la casa de Francois, en el estado de Nueva York.
Dentro de la vivienda que compartía con su hermana menor, “el Apestoso” escondió los cuerpos de ocho trabajadoras sexuales en bolsas plásticas. Por lo cual, fue detenido en febrero de 1999, cuando la Policía de Nueva York, guiada por el testimonio de una mujer que sobrevivió a sus ataques, allanó la residencia ubicada en Poughkeepsie.
De acuerdo con el periódico estadounidense The New York Times, tras el hallazgo de los ocho cuerpos en el condado de Dutchess, la sociedad de los Estados Unidos catalogó a Francois como uno de los asesinos en serie más siniestros de la historia criminal moderna del país norteamericano, pues parecía que el exmilitar llevaba una vida normal.
El caso de Kendall Francois: El monstruo apestoso de Poughkeepsie
Nacido el 26 de julio de 1971 en el condado de Erie, Nueva York, Kendall Francois fue el segundo de cuatro hermanos dentro de una familia afroamericana de origen haitiano. Se reporta que su infancia transcurrió en un entorno estable, pues sus padres trabajaban mientras él estudiaba en una escuela secundaria ubicada en Arlington.
Conforme a lo expuesto por el segundo periódico más antiguo en el estado de Nueva York, Poughkeepsie Journal, Kendall Francois practicó lucha libre y futbol americano durante su adolescencia, pues a los 17 años ya medía 1.92 metros y pesaba casi 300 libras, lo que lo hacía intimidante por su corpulencia y agresividad con sus compañeros.
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Por su físico, Kendall decidió alistarse en el Ejército de Estados Unidos, donde presuntamente completó su entrenamiento básico en la base militar ubicada en Fort Sill, Oklahoma. Sin embargo, luego de cuatro años como militar, Francois fue dado de baja por razones médicas relacionadas con su sobrepeso, por lo que regresó a Nueva York.
La baja militar a causa de su peso redujo su autoestima y Kendall empezó a pagar por compañía, principalmente a trabajadoras sexuales de la ciudad o el condado. Sin embargo, según el testimonio de Diane Franco, la trabajadora sexual que logró escapar, a Francois le molestaba que le cobraran por tener relaciones, por lo que decidía estrangularlas.
Luego de un encuentro con Kendall Francois en noviembre de 1998, Diane Franco acudió a la Policía de Nueva York para denunciar a un hombre que había intentado asfixiarla. No obstante, la mujer no sabía el nombre del individuo, pero sabía que era un cliente habitual de la prostitución local y que sus compañeras decían que apestaba.
Tras varias semanas de investigación, los agentes citaron a Kendall en la comisaría local del condado de Dutches, donde le indicaron que la Policía iba a allanar su casa en ese momento, por lo que Francois confesó que había asesinado a ocho mujeres y que las tenía guardadas en bolsas de plástico, junto con otras cajas de basura acumulada.
Según la revista Newsweek, la casa del exmilitar estaba llena de ropa sucia, restos de comida y desechos con gusanos, por lo que a los visitantes no les sorprendía el olor de los cuerpos en múltiples estados de putrefacción. Francois fue condenado a cadena perpetua en el 2000 y falleció en el 2015 a causa del virus de inmunodeficiencia humana.