¿Ve borroso o pierde visión? Qué hace el nervio óptico, síntomas y señales de daño que pueden causar ceguera

¿Ve borroso o pierde visión? Qué hace el nervio óptico, síntomas y señales de daño que pueden causar ceguera

El daño en el nervio óptico, causado por enfermedades como el glaucoma, puede provocar pérdida de visión o ceguera irreversible. Estos son los síntomas que debe tomar en cuenta.

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22/09/2025 18:26
Fuente: Prensa Libre 

Visión borrosa, alteración en la percepción del color y luces parpadeantes son señales que deben tomarse en cuenta ante una posible pérdida de visión causada por daño en el nervio óptico. Cuando este se ve afectado, la información que percibe la retina puede dejar de transmitirse correctamente al cerebro, y si el daño avanza, puede generar ceguera irreversible.

El nervio óptico es una estructura visual del sistema nervioso que actúa como un cable de comunicación entre la retina del ojo y el cerebro. Su función es transmitir la información visual captada por la retina en forma de impulsos eléctricos, para que el cerebro la procese y la convierta en imágenes compuestas que interpretamos como todo lo que percibimos, destaca Karla Romero, oftalmóloga.

El nervio óptico es el segundo par craneal y está formado por más de un millón de fibras nerviosas, explica Aída Monzón, especialista de Visualiza. Este nervio conecta el fondo del ojo con el quiasma óptico, una zona central del cerebro donde convergen millones de fibras encargadas de transmitir la información visual.

Su función es esencial: una vez que las imágenes atraviesan la córnea, el humor acuoso, el cristalino y el humor vítreo, llegan a la retina, específicamente a una zona llamada mácula. Allí, un proceso químico y nervioso convierte esas señales en impulsos eléctricos que son recogidos por el nervio óptico, detalla la experta.

El papel visual del nervio óptico

El sistema visual es complejo, y el nervio óptico cumple una función crucial: transmite los impulsos nerviosos desde la retina hasta el cerebro. La luz entra por el ojo, se enfoca en la retina, y esta convierte la información visual en señales eléctricas que viajan a través del nervio óptico hasta el cerebro, donde finalmente se forman las imágenes.

“Si en ese trayecto —desde la retina hasta el cerebro— existe alguna alteración en el nervio óptico, el paciente no podrá visualizar lo que percibe la retina, lo que impide la interpretación correcta de las imágenes”, explica el doctor Romero, médico de la Clínica de Glaucoma del Hospital de Ojos y Oídos Dr. Rodolfo Robles Valverde, del Benemérito Comité Pro Ciegos y Sordos de Guatemala.

¿Por qué se pierde la visión cuando se daña el nervio óptico?

La diferencia entre el nervio óptico y otros nervios conectados al ojo radica en su origen y función. El nervio óptico es sensorial, pues se encarga de transmitir la información visual desde el ojo hasta el cerebro. En cambio, los demás nervios oculomotores son motores y controlan el movimiento de los ojos y de los párpados.

“Si el nervio óptico se daña, puede generar pérdida de visión, muchas veces irreversible, ya que es el encargado de transmitir las señales visuales al cerebro. Sin esa conexión, no hay interpretación de imágenes y, por lo tanto, no hay visión”, indicó la doctora Romero.

(Foto Prensa Libre: Freepik)

¿Qué papel juega el nervio óptico en el proceso de la visión?

El nervio óptico es esencial para la visión. Si este se daña, la información visual no llega al cerebro y, por tanto, no se forma la imagen. “El ojo puede estar íntegro, pero si el nervio óptico está seccionado o afectado, no hay visión”, explica Monzón.

Este tipo de daño puede ocurrir por accidentes graves —como colisiones vehiculares o de motocicleta— que afecten directamente el globo ocular. Si el nervio óptico se secciona, la persona puede perder la vista en ese ojo o en ambos, según la magnitud del trauma.

También hay enfermedades que afectan directamente este nervio. Por ejemplo:

  • Esclerosis múltiple: trastorno autoinmune que puede destruir las fibras nerviosas del sistema visual, provocando ceguera, destaca Monzón.
  • Glaucoma: estas patologías generan presión intraocular elevada, lo que puede dañar progresivamente las fibras del nervio óptico y provocar pérdida de visión, explica Romero.
    “Por eso al glaucoma se le conoce como el ladrón silencioso de la vista, porque el daño ocurre sin síntomas visibles hasta que la pérdida visual es notoria”, añade Monzón.
  • Neuritis óptica: inflamación del nervio óptico, secundaria a enfermedades como la esclerosis múltiple, indicó Romero.
  • Hipertensión arterial: puede causar hemorragias cerebrales que afecten la corteza occipital, área donde se procesa la visión.
  • Tumores o lesiones cerca del quiasma óptico que interfieren con la transmisión de señales visuales.
  • Oftalmopatía tiroidea: puede provocar inflamación ocular que comprometa al nervio óptico, generando visión borrosa o distorsionada.
  • Neuropatía óptica isquémica: inflamación del nervio causada por falta de irrigación arterial. Puede deberse a bloqueos por colesterol o triglicéridos altos, que forman placas en las arterias e impiden una circulación adecuada. La falta de flujo sanguíneo deteriora progresivamente el nervio, dice Monzón.

¿Se puede prevenir o tratar el daño en el nervio óptico?

La prevención depende de la causa. En casos de tumores, tratamientos como la quimioterapia o la radioterapia pueden reducir la compresión sobre el nervio y detener el daño.

Sin embargo, si la pérdida de visión es súbita y severa, en la mayoría de casos no se puede revertir, ya que las fibras del nervio óptico no se regeneran, ni siquiera con trasplantes. La pérdida suele ser irreversible, detalla Monzón.

Cuando el daño es leve, algunas condiciones pueden mejorar parcialmente. Por ejemplo:

  • Si el daño es por virus o bacterias, con tratamiento adecuado el nervio puede desinflamarse y recuperarse en cierto grado.
  • En casos de glaucoma, si se estabiliza la presión intraocular, se puede evitar un mayor deterioro. Aunque no siempre se recupera totalmente la visión, es posible mejorar levemente la percepción visual.

También pueden presentarse alteraciones en la percepción del color o pérdida de campos visuales, especialmente en daños neurológicos avanzados.

El dolor ocular, posterior a infecciones virales como el herpes o un resfriado, puede ser señal de presión ocular elevada o glaucoma no diagnosticado, agregó la experta de Visualiza.

Síntomas que podrían advertir daño en el nervio óptico

Karla Romero indica que los problemas en la percepción de los colores y la reducción progresiva del campo visual pueden ser señales tempranas de daño en el nervio óptico. Estos síntomas suelen manifestarse de forma gradual y, si no se detectan a tiempo, pueden derivar en pérdida irreversible de la visión.

Cuando el nervio óptico se daña, la pérdida visual no se recupera, ya que, a diferencia de otros tejidos del cuerpo, sus fibras nerviosas no tienen la capacidad de regenerarse. Por ello, es fundamental prestar atención a los signos y síntomas que podrían advertir un daño ocular severo, con el fin de evitar una ceguera total.

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