Autoridades ambientales de Guatemala, México y Belice anunciaron la creación del Corredor Biocultural Gran Selva Maya, una iniciativa que integrará 5.7 millones de hectáreas de ecosistemas compartidos.

El proyecto busca resguardar la biodiversidad de la segunda selva tropical más grande de América, después del Amazonas, y proteger el patrimonio cultural maya que la habita. Su implementación dependerá de la cooperación trinacional, el financiamiento sostenible, la participación comunitaria y el compromiso político de los tres países.

Para ampliar la visión de este esfuerzo, se consultó a Marco Cerezo, director de la Fundación para el Ecodesarrollo y la Conservación, y al especialista en recursos naturales renovables Benedicto Lucas, quienes coincidieron en que el reto principal será lograr un equilibrio entre conservación, desarrollo y gobernanza territorial.

Por su parte, Benedicto Lucas agrega que el valor de la estrategia de este Corredor Gran Selva Maya, es la presencia institucional.

La declaratoria del Corredor Biocultural Gran Selva Maya abre una oportunidad histórica: proteger el patrimonio natural y cultural de más de cinco millones de hectáreas trinacionales.

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Por Roxana de León