La Ley Laken Riley, promulgada por el presidente Donald Trump, es la primera pieza legislativa de su administración y representa un cambio significativo en la política migratoria de Estados Unidos.

Esta ley permite la detención y deportación de migrantes indocumentados que hayan sido acusados de cometer cualquier delito, incluso si no han sido condenados. Esto incluye desde robos menores hasta crímenes graves como asesinatos, abarcando un amplio espectro de delitos.

Además, la ley otorga a los estados el derecho de demandar al gobierno federal si consideran que las decisiones migratorias, como la liberación de indocumentados, les han causado daños. Esto significa que los estados podrán intervenir más activamente en la aplicación de las leyes de inmigración, algo que antes no estaba permitido.

La legislación lleva el nombre de Laken Riley, una joven universitaria asesinada por un inmigrante indocumentado que había sido detenido y liberado en varias ocasiones. Este caso se convirtió en un símbolo de la postura dura de Trump frente a la inmigración ilegal.

En resumen, la Ley Laken Riley refuerza las medidas de control migratorio, amplía las facultades de los estados y busca evitar que personas acusadas de delitos permanezcan en el país, marcando un precedente en la política de inmigración estadounidense.

Redacción: Roxana de León