Cáncer: los 4 tipos que pueden detectarse temprano con chequeos periódicos

Cáncer: los 4 tipos que pueden detectarse temprano con chequeos periódicos

El tiempo es clave en la lucha contra el cáncer. Realizar chequeos periódicos puede ser vital para una detección temprana y para prevenir complicaciones, principalmente en cuatro tipos.

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11/08/2025 06:00
Fuente: Prensa Libre 

Los antecedentes familiares, el estilo de vida y los factores biológicos determinan la frecuencia con que una persona debe someterse a exploraciones médicas, ya que estos riesgos pueden anticipar el desarrollo de ciertos cánceres y exigir atención prioritaria. Un examen preventivo y la autoexploración pueden marcar la diferencia en su prevención.

Detectar el cáncer a tiempo puede ser decisivo para el tratamiento, los riesgos y las probabilidades de vida. El médico internista Estuardo Rojas explica que esta enfermedad se caracteriza por el crecimiento de células anormales que la apoptosis —muerte celular programada— no logra destruir.

Según Rojas, las células tienen una programación interna que las lleva a morir cuando envejecen. Sin embargo, en el cáncer se pierde ese mecanismo y, junto con mutaciones en el ADN, surge una célula que se vuelve prácticamente inmortal: no entra en apoptosis y se reproduce de forma acelerada.

Aunque el sistema inmunológico cuenta con mecanismos para neutralizar estas células, factores como su fallo permiten que una célula mutante escape, se reproduzca y, con el tiempo, forme una masa denominada tumor, que puede provocar metástasis.

¿Por qué es clave la detección temprana?

Para combatir el cáncer y aplicar tratamientos lo menos agresivos posible, la detección temprana es fundamental. La oncóloga médica Giovana Bendfeldt explicó que identificarlo en etapas iniciales permite ofrecer tratamientos más efectivos y reducir drásticamente la mortalidad.

Sin embargo, advirtió que, a pesar de los avances tecnológicos y terapéuticos, muchos cánceres se diagnostican tarde, cuando el tratamiento es menos eficaz. Por su parte, el oncólogo médico Noé Castro señaló que la detección temprana determina el pronóstico: si se diagnostica a tiempo, las posibilidades de curación aumentan significativamente.

Detectar el cáncer en fases iniciales evita que se extienda a otras partes del cuerpo. Rojas explicó que el crecimiento celular canceroso ocurre de forma exponencial: una sola célula mutante puede multiplicarse rápidamente y generar un tumor que invada otros órganos y tejidos, alcanzando vasos sanguíneos y el sistema linfático.

Añadió que cuanto antes se detecte, más sencillo será su tratamiento. En algunos casos bastan procedimientos mínimamente invasivos; en otros, puede requerirse cirugía y, en determinadas situaciones, quimioterapia o radioterapia. Un diagnóstico temprano reduce el crecimiento tumoral, disminuye el riesgo de metástasis y mejora el pronóstico y la esperanza de vida.

Bendfeldt coincidió en que el retraso en la atención oncológica o la falta de acceso reducen las probabilidades de supervivencia y aumentan las complicaciones, así como los costos del tratamiento.

Tipos de cáncer con tamizaje efectivo

Existen pruebas de detección útiles para reducir la probabilidad de fallecer por ciertos cánceres, destacó Bendfeldt:

  • Mamografía para el cáncer de mama.
  • Prueba de detección del virus del papiloma humano (VPH) y Papanicoláu para el cáncer de cuello uterino.
  • Colonoscopia, sigmoidoscopia y análisis de heces para el cáncer de colon y recto.
  • Tomografía computarizada de baja dosis para el cáncer de pulmón.

Castro explicó que, en el cáncer de mama, las etapas tempranas presentan una supervivencia a cinco años superior al 95%, lo que permite aplicar menos tratamiento y aumenta la probabilidad de curación.

Añadió que ha cambiado el protocolo de cribado para el cáncer de pulmón, ya que, si se diagnostica en fases iniciales, incluso puede curarse. Entre los cánceres con mayor tamizaje efectivo se encuentran el de mama, cuello uterino, colon, próstata y pulmón. Según Castro, son los más frecuentes en el país y disponen de herramientas de detección.

Cáncer de mama

Este tipo de cáncer, uno de los más frecuentes en las mujeres guatemaltecas, debe controlarse con una mamografía anual a partir de los 40 años, explicó Bendfeldt.

Rojas señaló que el cáncer de mama es una neoplasia —crecimiento anormal de tejido— con un componente hereditario importante: las mujeres con familiares que lo han padecido tienen mayor probabilidad de desarrollarlo, aunque también puede originarse por otros factores.

Castro indicó que la detección puede comenzar con la autoexploración mamaria, preferiblemente en los últimos días del período menstrual. “Si al palpar el pecho notan cualquier cambio, una masa, secreción por el pezón o una lesión que no se mueve al levantar los brazos, deben acudir al médico para una revisión”, recomendó.

Destacó que el chequeo debe realizarse, como mínimo, una vez al año: “Generalmente se recomienda que la mujer tenga un chequeo anual, que incluya la palpación por parte del médico, la mamografía en mayores de 40 años y el ultrasonido mamario en menores de esa edad”, agregó.

Entre los factores de riesgo, Rojas mencionó no haber dado lactancia materna, no haber tenido hijos, una menarquia temprana o una menopausia tardía, condiciones que aumentan la probabilidad de desarrollar un cáncer hormonodependiente.

Cáncer de mama en hombres

El cáncer de mama en hombres suele detectarse con relativa facilidad, ya que no hay mucho tejido mamario, destacó Castro. Sin embargo, su diagnóstico se complica porque no es frecuente: menos del 1% de los casos de cáncer de mama ocurren en varones.

La baja tasa de autoexploración y la escasa concientización provocan que, ante una lesión en el tórax, se piense en otras causas antes que en esta enfermedad.

En cuanto a quienes tienen mayor riesgo, el oncólogo indicó que se incluyen los hombres con antecedentes familiares de cáncer de mama en mujeres menores de 40 años o con mutaciones en los genes BRCA1 o BRCA2.

El cáncer de mama es uno de las variantes de esta enfermedad mas común en Guatemala y estudios relacione caso también en hombres (Foto Prensa Libre: Freepik)

Cáncer de cuello uterino o de cérvix

Castro resaltó que el cáncer de cuello uterino es frecuente en países en vías de desarrollo y que una de las principales causas de su avance es la falta de chequeos médicos en mujeres que han iniciado su vida sexual, especialmente si lo hicieron a temprana edad.

Rojas explicó que este cáncer está asociado a la infección por el virus del papiloma humano (VPH), en especial a ciertos tipos de alto riesgo que provocan cambios malignos en las células del cuello uterino.

Para su evaluación, el médico debe realizar un Papanicoláu, que consiste en un raspado del cuello uterino cuya muestra se envía a un patólogo para estudio histopatológico, con el fin de identificar células anormales. Si se detectan lesiones localizadas, como el carcinoma in situ, el tratamiento puede incluir crioterapia —aplicación de frío para destruir células afectadas—, lo que en ocasiones es suficiente para controlar la enfermedad.

Rojas advirtió que, si las mujeres no se realizan el Papanicoláu de forma anual, la lesión puede avanzar, diseminarse por el cuello uterino, llegar a las paredes del útero e incluso invadir la pelvis. En esta etapa, la cirugía ya no es viable y el tratamiento se limita a la radioterapia.

Bendfeldt señaló que las mujeres de entre 25 y 65 años deben realizarse tamizaje con una prueba de detección del VPH cada cinco años y Papanicoláu anualmente. Sin embargo, aquellas con antecedentes de lesiones precancerosas deben continuar el tamizaje hasta por 25 años después de ese diagnóstico.

Añadió que, incluso quienes han recibido vacunación contra el VPH, deben continuar con el tamizaje.

Cáncer de colon y recto

El cáncer de colon y recto ocupa entre el quinto y sexto lugar en morbilidad por cáncer en el país, destacó Castro. Esta enfermedad puede ser silenciosa; sin embargo, la mejor forma de prevenirla es realizar, a partir de los 45 años, una colonoscopia, mantener una dieta saludable alta en fibra, realizar actividad física de forma regular y evitar el consumo de alcohol y tabaco, indicó la oncóloga.

Desde la perspectiva médica, Rojas explicó que el cáncer de colon y recto se origina por la aparición de células malignas en estas áreas anatómicas y que, en muchas ocasiones, puede ser asintomático en sus primeras fases. En etapas más avanzadas, puede manifestarse con dolor abdominal, cambios en la consistencia de las heces y, en fases posteriores, con hemorragia gastrointestinal baja, síntoma que suele motivar la consulta médica.

A partir de los 40 años, el riesgo de cáncer de colon aumenta, por lo que se recomienda realizar estudios de tamizaje, como la prueba de guayaco en heces y, cuando esté indicado, una colonoscopia.

Cuando se detecta en fases tempranas, el tratamiento suele ser quirúrgico y, en algunos casos, se combina con quimioterapia. Si el cáncer ha progresado y presenta metástasis, el abordaje debe ser más agresivo, lo que refuerza la importancia de la detección oportuna, destacó Rojas.

La detección de Cáncer en Hombre también es fundamental, ya que, esta población tiende a buscar diagnostico cuando esta avanzada la enfermedad. (Foto Prensa Libre: Freepik)

Cáncer de pulmón

Otro de los tipos de cáncer que ha tomado relevancia es el de pulmón. Castro explicó que, hasta hace unos diez años, no existía consenso sobre la realización de estudios de tamizaje para este cáncer; sin embargo, los avances en los tratamientos y la mejor comprensión de la enfermedad han demostrado que el cribado en grupos de riesgo incrementa la detección en fases iniciales.

Los principales grupos de riesgo son los fumadores, indicó el oncólogo, ya que estudios muestran que quienes han fumado durante solo cinco años tienen hasta cinco veces más probabilidades de desarrollar cáncer de pulmón en comparación con quienes nunca han fumado.

Rojas señaló que el cáncer de pulmón puede tener una base genética, ya que una persona puede nacer con predisposición a padecerlo; no obstante, el desarrollo de la enfermedad suele requerir un segundo factor: la exposición a elementos de riesgo.

En sus primeras fases, detalló Rojas, los síntomas pueden confundirse con gripe, bronquitis o neumonía. Con el tiempo, la enfermedad progresa, los alvéolos se llenan de líquido y células malignas, y finalmente se forma un tumor, por lo que su detección es primordial.

Bendfeldt explicó que este cáncer afecta principalmente a personas de entre 50 y 80 años.