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Desechos orgánicos: ejemplos y buenas prácticas para su gestión
La separación de residuos orgánicos permite optimizar su aprovechamiento y reducir el impacto ambiental ante el efecto invernadero.
La descomposición de frutas y verduras no siempre es negativa; cuando se gestiona adecuadamente, este proceso puede aportar grandes cantidades de nutrientes al planeta. Este beneficio se aplica a los desechos o residuos de origen natural, conocidos como orgánicos. Sin embargo, una gestión inadecuada de estos materiales puede generar un impacto ambiental significativo.
En ecología, se reconoce que este tipo de desechos representa nutrientes no aprovechados por los seres humanos, pero que, con una gestión adecuada, pueden ser reutilizados por el medioambiente. A nivel mundial, los residuos orgánicos constituyen más del 50% de los desechos domiciliarios, mientras que en el ámbito industrial su porcentaje es significativamente menor.
En los hogares, estos residuos provienen principalmente de la cocina, y con una correcta clasificación y aprovechamiento, pueden ser valorizados para enriquecer el suelo en campos agrícolas, granjas, jardines y otras áreas de cultivo.
Identificar estos residuos es sencillo, ya que incluyen todos los desechos de origen natural, como sobras de frutas, verduras, plantas e incluso cáscaras de huevo.
Desechos y su impacto en el medioambiente
Ya sean restos de comida, vegetales o frutas en descomposición, los desechos orgánicos tienen un tiempo de degradación relativamente corto. Sin embargo, su efecto en el planeta depende de cómo sean gestionados. Cuando se aprovechan adecuadamente, pueden aportar nutrientes al suelo a través del proceso de compostaje. Pero si no se manejan de manera correcta, pueden dañar el medioambiente.
Aunque los desechos orgánicos suelen percibirse como inofensivos, pueden impactar gravemente el ecosistema si se mezclan con residuos sanitarios, metales o materiales como el polipropileno (utilizado en vasos desechables).
Esta combinación puede generar lixiviados, malos olores, gases de efecto invernadero (principalmente metano) y favorecer la proliferación de vectores, lo que contribuye al deterioro de los ecosistemas y al daño en la capa de ozono. Así lo señala el estudio realizado en Chile sobre la Estrategia Nacional de Residuos Orgánicos 2040.
Expertos en ecología señalan que alternativas como el compostaje, vermicompostaje, biodigestión y entomodigestión son opciones viables para reaprovechar los nutrientes de los desechos orgánicos, contribuyendo a la fertilización del suelo, la alimentación animal y la producción de biofertilizantes.
Ejemplos prácticos de desechos orgánicos
Para realizar una correcta clasificación de los residuos, le presentamos una lista de ejemplos que le ayudarán a separar los desechos de origen orgánico, los cuales pueden tener un segundo aprovechamiento.
Alimentos orgánicos aprovechables
- Cáscaras de verduras
- Cáscaras de frutas
- Cáscaras de huevo
- Semillas de frutas y verduras
- Pulpa de café
- Hojas o hierbas de té usadas
- Hojas de maxán o de tamal
- Tusa
- Frutos secos
- Pan y derivados
- Comida en mal estado
- Fideos, frijol, maíz o arroz
- Productos lácteos sólidos (queso duro, requesón)
- Restos de pollo o carne previamente cocidos
- Bolsas de té usadas
Residuos de jardinería orgánicos
- Grama
- Ramos de flores
- Hojas secas de árboles
- Ramas pequeñas de árboles y arbustos
Desechos reciclables transformados en orgánicos
Es importante entender que reciclable no es sinónimo de orgánico, ya que ambos procesos son diferentes. Mientras que el reciclaje busca dar una segunda vida útil a los materiales, los desechos orgánicos se transforman en nutrientes que regresan a la tierra.
Algunos residuos reciclables pueden ser utilizados en el proceso de compostaje o simplemente clasificarse como desechos orgánicos, tales como:
- Cartón de huevos manchado con líquidos
- Papel y cartón con restos de comida o grasa
- Servilletas o papel toalla usados
- Bolsas de papel kraft (como las utilizadas en hamburguesas)
- Filtros de café
- Cajas de cartón de comida (como las de pizza)
- Palillos, pinchos y paletas de madera
Residuos varios de origen natural
En esta clasificación también se incluyen productos de origen natural que han sido transformados o modificados por la mano del hombre, tales como:
- Cajas de madera y pallets
- Aserrín y pequeños retazos de madera (sin pintura ni barniz)
- Pashte natural (lufa)
- Cepillos de bambú (sin las cerdas)
- Corchos (no plásticos)
- Pelo humano, pelaje de mascotas y plumas (que no sean sintéticas ni contengan tintes o pintura)