Chantaje a los presos políticos de Nicaragua
Si no aceptabas estas condiciones, no solo no te liberarían, sino que te impondrían una sanción que duraría varios años de cárcel.
El gobierno de Nicaragua liberó el jueves de la semana pasada a dos cientos veintidós presos políticos. Entre estas personas había candidatos opositores a Ortega, activistas, directores de centro de estudio, periodistas y personas que de una u otra manera expresaron con todo derecho, en forma pacífica y voluntaria, sus críticas a la dictadura totalitaria de Ortega y su señora.
La liberación no fue un acto de buena voluntad, fue un chantaje para mandar lejos de su país a estas personas pensantes. Si querían ser liberados, debían aceptar varias condiciones, entre ellas la pérdida de su nacionalidad, el destierro, y lo peor de todo es ser declarados terroristas y traidores a la patria por un manipulado sistema de justicia de ese país. La sentencia del Tribunal de Apelaciones de Managua fue “la deportación inmediata y efectiva de dos cientos veintidós personas sentenciadas por cometer actos que menoscaban la independencia, la soberanía y la autodeterminación del pueblo; por incitar a la violencia, al terrorismo y a la desestabilización económica”.
Si no aceptabas estas condiciones, no solo no te liberarían, sino que te impondrían una sanción que duraría varios años de cárcel. Este es el caso del obispo nicaragüense Rolando Álvarez, que se negó a aceptar esas condiciones y a abandonar su país, por lo que le condenaron a veintiséis años de prisión. Una vergüenza total la de Ortega y su ilegítimo gobierno. Esto es inaceptable, tan solo por ejercer su derecho a criticar al gobierno. Todos tenemos ese derecho y es parte de nuestra libertad. Ya me imagino aquí en Guatemala o en Estados Unidos, que por simplemente pensar diferente y criticar al presidente y gobierno te metan preso. Sería inaudito. De hecho, hasta me sorprendo muchas veces con críticas que rayan el insulto y no pasa nada. En lo personal creo que hay que criticar las acciones, pero no insultar ni atacar directamente a las personas, aunque aún en estos casos el derecho de hacerlo está protegido por la Constitución de cada país y lo defendería. ¿Cómo es posible que por criticar al gobierno te puedan considerar traidor a la patria? En Nicaragua eso fue lo que pasó. Pero es que la libertad de prensa es importantísima, vengan de donde vengan las opiniones, para mantener esa presión social sobre las políticas del gobierno y transmitir el sentimiento de la población. En parte, los columnistas de opinión hacemos eso, comentar, criticar, sugerir soluciones, mostrar nuestras diferencias y disconformidades con las políticas del gobierno, y mucho más a título personal. En toda mi vida jamás he recibido un reclamo ni amenazas por parte del gobierno de mis artículos. Claro, de parte de algunos lectores sí he recibido insultos de toda clase, pero también muchas más felicitaciones y comentarios positivos.
Tengo una crítica a nuestro gobierno y los de otros países. Siento que están muy pasivos con las actitudes de las acciones de Ortega y su esposa. Deberían ser mucho más contundentes en sus críticas a la violación de derechos individuales que ese gobierno totalitario ejerce sobre su población. Porque esto de haber metido presos a quienes les criticaban y tenerlos en las peores condiciones posibles ha sido una total violación de derechos individuales de estas personas. Y es una amenaza para disuadir al resto de la población a través de la fuerza y el terror. Nicaragua se ha convertido en otra Cuba y Venezuela. Precisamente es a través de la coerción, fuerza, terror y miedo que logran sostener el poder en esos países. Hay un irrespeto total por la libertad, la vida y la propiedad. Y aún así, hay quienes siguen defendiéndolos.