El hogar es el espacio dentro del cual una persona desarrolla una amplia variedad de actividades. Desde el descanso por la noche hasta el aseo personal, a través de una ducha o baño corporal, son acciones necesarias para mantener una vida sana y un buen cuidado personal. No obstante, la casa se vuelve un riesgo para la salud si esta no cuenta con condiciones adecuadas para que sus habitantes vivan de forma sana y digna.

Una mejora en las condiciones de habitabilidad puede salvar vidas, prevenir enfermedades y mejorar la calidad de vida, según lo establece la Organización Mundial de la Salud (OMS). De acuerdo con las directrices de la OMS sobre vivienda y salud, las malas condiciones de habitabilidad pueden exponer a las personas a una gran cantidad de riesgos para la salud.

Según estas normativas, estos son algunos de los factores que pueden afectar la salud de las personas que habitan dentro de una vivienda. Muchos de ellos pasan desapercibidos, pero representan un riesgo para la salud.

• Contaminación del aire: La contaminación del aire de interiores ocasiona numerosas enfermedades no transmisibles, daña la salud respiratoria y cardiovascular y causa irritaciones y reacciones alérgicas, como el asma. En algunos hogares la falta de medidas de higiene es un factor que afecta la calidad del aire que se respira dentro del mismo. Las habitaciones cerradas por mucho tiempo, malos olores, moho y humedad pueden generar un ambiente nocivo para la salud, especialmente para niños y personas de mayor edad. Josué Martínez, médico general, insiste en la importancia implementar medidas de higiene como ventilar las habitaciones, limpiar las superficies con frecuencia, evitar la humedad y malos olores.
• Polvo: Otro de los grandes riesgos para la salud, aunque muchas veces parezca inofensivo es el polvo. Eliminar el polvo del hogar mediante la limpieza regular, el mantenimiento y las mejoras en el hogar es importante para el bienestar de las personas que habitan una casa. Según Martínez, el polvo puede irritar las vías respiratorias, causando tos, dificultad para respirar, y otras molestias. También es uno de los factores que causa alergias. Además, el polvo también puede causar irritación en los ojos y la piel.

• Acceso a agua potable: La insuficiencia de los servicios de suministro de agua y de saneamiento afecta a la inocuidad de los alimentos y la higiene personal y, por tanto, facilita que se contraigan enfermedades transmisibles. El consumo de agua contaminada puede causar enfermedades diarreicas, cólera, disentería, fiebre tifoidea y otras infecciones. Es importante verificar que el agua que llega a casa esté en condiciones adecuadas y no represente un riesgo para la salud.
• Mala iluminación: La iluminación es otro aspecto importante en una vivienda, ya que genera armonía en los distintos ambientes y espacios. Sin embargo, cuando no es la adecuada puede tener implicaciones en la salud. Factores como el hacinamiento y la iluminación inadecuada están asociadas con riesgo de tener una mala salud mental. Las viviendas demasiado pobladas y con mala iluminación están asociadas a ambientes hostiles, que repercuten en la salud de las personas.

Martínez enfatiza que el hogar es un espacio que debe propiciar el bienestar de las personas, no causarles daños en su salud. La recomendación es procurar ambientes ventilados, libres de humo, polvo o humedad para evitar afecciones respiratorias o de otro tipo. Además, el orden y la limpieza general son hábitos necesarios para evitar la contaminación y propagación de enfermedades.