Los testimonios que revelan cómo una noche de tragos terminó con la muerte de Hansel Szarata

Los testimonios que revelan cómo una noche de tragos terminó con la muerte de Hansel Szarata

Una noche de fiesta entre amigos terminó en tragedia en un parqueo de la zona 16. Hansel Szarata murió, un joven resultó herido y tres hombres enfrentan ahora la justicia, entre ellos un exviceministro de Gobernación.

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19/09/2025 16:09
Fuente: Prensa Libre 

La madrugada del 5 de abril pasado comenzó como muchas otras: con tragos, música y amigos reunidos en una zona exclusiva de la ciudad de Guatemala. Pero pocas horas después, una bala terminó con la vida del extrabajador del Congreso Hansel Szarata, otro joven resultó herido, y tres personas —incluido un exviceministro de Gobernación— quedaron envueltas en una causa judicial por la que hoy rinden cuentas ante los tribunales.

Este viernes 19 de septiembre, el Juzgado Séptimo Penal, a cargo del juez Fredy Orellana, escuchó por primera vez las voces de los dos jóvenes capturados: Andrés Eduardo Cano y Roberto Rafael Padilla. Ambos declararon cómo vivieron aquella noche, a quién pertenecía el arma involucrada y qué sucedió en el parqueo del centro comercial donde todo cambió.

Según relataron los sindicados, la noche comenzó en un bar de la zona 16, donde compartían con Hansel Szarata y Carlos García Rubio, exviceministro de Gobernación. Estuvieron primero en El Gringo, luego pasaron al Gallo Negro. Todo era fiesta hasta que, ya entrada la madrugada, decidieron ir a otro sitio.

Se dividieron en el parqueo. Szarata y García Rubio se dirigieron a un extremo, hacia sus vehículohttps://www.prensalibre.com/videogalerias/sucesos/hansel-szarata-funcionario-del-congreso-pierde-la-vida-luego-de-un-incidente-armado-en-zona-16/s. Cano y Padilla tomaron el camino opuesto. Fue entonces cuando, según Cano, se encontraron con un grupo de hombres que empezó a hostigarlos.

“Primero fue uno, después tres, y al final eran seis. Nos decían cosas obscenas, que nos iban a pegar. Fue como que nos estuvieran esperando, como que ya estaba planificado”, dijo Cano ante el juez. “A mí me dieron dos patadas y un golpe. No sé si se ve en el video, pero fue bastante raro. Luego nos dijeron: ‘Váyanse ya’, y corrimos al carro”.

Ya dentro del vehículo, Cano recuerda que tuvo miedo. “No sé cómo vi un arma que estaba ahí. No sé de quién era. La agarré y la accioné en señal de ‘no me molesten’, porque me dijeron que me iban a hacer cosas malas”.

El disparo no iba dirigido a nadie, aseguró. Fue al suelo. Pero una esquirla alcanzó a un joven identificado como Gerson Lemus, quien resultó herido.

El arma olvidada

La presencia del arma fue uno de los puntos clave en la audiencia. ¿De quién era? ¿Por qué estaba ahí?

Roberto Padilla explicó que el arma había llegado al vehículo sin que él lo notara. “Mi mamá me dijo varias veces que me llevara el arma que había dejado mi papá. Era una pistola que estaba en su casa. Pero yo no quería cargar con esa responsabilidad”, relató.

Según su testimonio, fue su madre quien la dejó en el carro, un día antes. “Me dijo que ya la había dejado en el carro y que viera qué hacía. Pero yo no le puse atención. Ni siquiera la vi. Estaba en el lado derecho del asiento del copiloto”.

Padilla también contó que, durante el altercado, su única reacción fue tratar de calmar la situación. “Cuando vi que a Andrés le habían dado una patada y un golpe en el estómago, me metí a separarlos. Les dije que por favor no lo golpearan”.

Ambos se retiraron rápidamente del lugar. No sabían que el sonido del disparo había alertado a García Rubio, quien —según su declaración— desenfundó su arma al escuchar los ruidos. En la confusión, disparó. El proyectil alcanzó a Hansel Szarata, quien cayó herido y murió poco después.

Una muerte, tres implicados

El Ministerio Público ha señalado a Carlos García Rubio como el autor del disparo que mató a Szarata. El exviceministro ya fue enviado a juicio por ese hecho.

Andrés Eduardo Cano, en tanto, enfrenta cargos por homicidio preterintencional en grado de tentativa y por disparos sin causa justificada. Roberto Rafael Padilla está sindicado de homicidio preterintencional en grado de tentativa y traslado ilegal de armas de fuego.

Durante la audiencia, el juez Fredy Orellana escuchó los testimonios y resolvió aplazar la diligencia para el lunes 22 de septiembre. Mientras tanto, ordenó el traslado de ambos sindicados al Preventivo para varones de la zona 18.

“Eso fue la verdad”

Andrés Cano terminó su declaración con una frase que resonó en la sala del juzgado: “Y eso fue la verdad”. No hubo más. No pidió clemencia ni excusas. Sólo un relato atropellado, lleno de fragmentos de una noche que, en su recuerdo, se mezclan entre golpes, miedo y una decisión que cambió vidas.

Ahora será la justicia la que determine si esos segundos de confusión fueron defensa, imprudencia o delito. Pero lo cierto es que aquella noche, lo que parecía una fiesta más, terminó siendo un caso judicial con un muerto, un herido y tres hombres en manos del sistema penal.

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