Guatemala necesita acuerdos más ambiciosos con sus aliados

Guatemala necesita acuerdos más ambiciosos con sus aliados

La visita de Marco Rubio generó compromisos en seguridad, migración y modernización de infraestructura.
10/02/2025 00:02
Fuente: Prensa Libre 

La visita del secretario de Estado de los Estados Unidos a la región centroamericana y a Guatemala generó gran expectativa. Con cordialidad se presentaron acuerdos entre los países. Era de esperar que estos respondan a los intereses de EE. UU. de reducir la migración, fortalecer la seguridad, contener el narcotráfico y frenar el avance de China en la región.

Guatemala debe aprovechar su relación con Taiwán para negociar mejor con EE. UU. y aliados.

Entre los acuerdos, Guatemala aceptó aumentar en 40% los vuelos con deportados. Según el Instituto Guatemalteco de Migración en 2024 llegaron 508 vuelos con 61,680 retornados. Esto significaría 711 vuelos y aproximadamente 86 mil repatriados. Aceptó el gobierno recibir deportados de otras nacionalidades, asegurando el presidente que no seríamos un tercer país seguro. EE. UU. cubrirá los vuelos y la logística, pero no hay mayores detalles sobre esta negociación.

Según el comunicado del gobierno, se creará una Fuerza de Tarea de Control y Protección Fronterizo (Ejército y Policía) que vigilará 300 km en la frontera con Honduras y El Salvador para combatir el crimen transnacional, aunque se desconoce cómo se financiará.

El presidente Arévalo solicitó apoyo para infraestructura —carreteras, puertos, aeropuertos, vías férreas y metro— obteniendo la colaboración del Cuerpo de Ingenieros de EE. UU. Los puertos y aeropuertos son estratégicos ya que modernizarlos también permitirá controlar el paso de la droga. Faltó explorar la posibilidad del canal seco, una idea recurrente en la planificación logística del país.

Hubo acuerdos, pero Guatemala hubiera podido lograr más. Por ejemplo, no hubo compromisos de un mayor número de empleos temporales en EE. UU., y aunque habrá más deportaciones, muchos insistirán en regresar si las condiciones laborales en Guatemala no cambian. Se ve positivo que una delegación del gobierno y empresarios visiten Washington, pero no será suficiente.

Estados Unidos tiene claras sus prioridades en la región, pero el ajedrez va más allá de la migración, el narcotráfico y la seguridad. En los últimos años, China ha avanzado con fuerza en América Latina con inversiones en infraestructura y comercio, consolidando su influencia. Guatemala juega un papel clave en este escenario. Su relación con Taiwán lo hace estratégico. A diferencia de otras naciones que han recibido financiamiento chino para obras de gran escala, Guatemala se ha mantenido al margen de esa influencia.

La relación con Taiwán podría generar mayores beneficios en comercio, inversión y tecnología; y la alineación con EE. UU. debe traducirse en oportunidades concretas.

Modernizar infraestructura es clave, pero no suficiente. Mientras EE. UU. pone énfasis en seguridad y migración, China ha financiado proyectos estratégicos en otros países. Sin comprometer su posición, razón por la cual Guatemala debe negociar con inteligencia.

Así como se solicitó apoyo en infraestructura, el país debe pensar en algo más ambicioso. Un plan de modernización y desarrollo que impulse una Guate digital, inversión en capital humano, el fortalecimiento institucional y la creación de un ecosistema sólido para atraer inversión y generar empleo.

Se desconoce qué pasará con la Agencia Internacional para el Desarrollo de Estados Unidos (Usaid), pero sería clave contar con estrategias bien diseñadas que contengan programas y proyectos para reducir la pobreza, combatir la desnutrición crónica, mejorar la salud pública, modernizar la educación y prevenir el delito y la violencia. Es importante contar con la asesoría de expertos internacionales y locales, además de un fondo de inversión que permita ejecutar iniciativas sostenibles.

Es momento que técnicos, políticos, estrategas, empresarios y ciudadanos comprometidos asumamos el reto y, con visión y determinación, impulsemos un plan sólido para hacer realidad el sueño guatemalteco.