Este miércoles 27 de agosto se reportó un tiroteo en la escuela católica Annunciation de Minneapolis, en el estado de Minnesota, Estados Unidos.

El sospechoso, Robin Westman, de poco más de 20 años, abrió fuego en la escuela e iglesia católica, matando a dos menores de 8 y 10 años, dejando heridas a 17 personas, en su mayoría niños, y quitándose la vida en la escena.

El joven habría disparado decenas de veces a través de las ventanas del lugar, informó el jefe de Policía de Minneapolis, Brian O’Hara, actuando en solitario en un crimen sin motivos concretos.

El hecho se investiga como terrorismo doméstico y crimen de odio contra los católicos, ya que ocurrió durante la misa matinal. Además, se encontró una bomba de humo, aunque no se hallaron explosivos.

Tras la balacera, el tío del atacante, Bobo Heleringer, ex legislador estatal de Kentucky, calificó el hecho como “una tragedia indescriptible” y pidió oraciones por su hermana, madre de Westman, y otros sobrinos, asegurando que no tenían una relación cercana con el agresor.

Vecinos relataron haber escuchado alrededor de 50 disparos en cuestión de minutos y manifestaron que “disparar contra una iglesia llena de niños es absolutamente incomprensible”, ya que se iniciaba la primera semana de clases. También señalaron que no es el primer tiroteo en esta zona de la ciudad, aunque la policía aseguró que los hechos no estaban relacionados.