Al menos un centenar de empresarios, entre ellos el dueño de Tesla, Elon Musk, el CEO de OpenAI, Sam Altman, y altos funcionarios de los gobiernos de Washington y Riad, acompañaron al príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, y al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en el Palacio Real saudí, primera parada de la gira del mandatario estadounidense.

Trump llegó en la “Bestia”, la limusina presidencial, escoltado por una guardia de honor de caballos árabes, y fue recibido por Bin Salmán, líder de facto del país, en el salón de la corte, presidido por un retrato del rey Salmán bin Abdelaziz, de 89 años y en delicado estado de salud.

El mandatario encabezó junto con Bin Salmán un almuerzo al que asistieron el magnate Elon Musk, el hombre más rico del mundo, y directores ejecutivos de las principales empresas de ambos países, entre ellos Larry Fink, de BlackRock; Jensen Huang, de NVIDIA; y Sam Altman, de OpenAI.

Trump fue presentando uno a uno a los invitados estadounidenses ante Bin Salmán, en uno de los salones ornamentados en dorado y azul del palacio. Entre los presentados figuraron el secretario de Defensa, Pete Hegseth; el de Estado, Marco Rubio; y el secretario del Tesoro, Scott Bessent.

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También estuvieron presentes el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, líderes religiosos, periodistas y figuras políticas.

El primer día de la gira de Trump por los estados del Golfo estuvo enfocado en promover las inversiones en Estados Unidos, y el almuerzo sirvió para acercar a líderes de los poderosos fondos saudíes con la élite financiera, tecnológica e industrial estadounidense.

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