Vecinos piden ayuda ante escasez de alimentos y medicamentos, y demandan respuesta del Estado

Vecinos piden ayuda ante escasez de alimentos y medicamentos, y demandan respuesta del Estado

A pesar de la asistencia humanitaria que brinda el Ejército en Santa María de Jesús, Sacatepéquez, tras el enjambre sísmico del 8 de julio, no todos los pobladores han podido regresar a sus viviendas, y persiste la escasez de víveres y atención médica.

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11/07/2025 16:57
Fuente: Prensa Libre 

A pesar de ser uno de los municipios más golpeados por el enjambre sísmico del 8 de julio, Santa María de Jesús, Sacatepéquez, sigue esperando una respuesta integral del Estado que atienda con urgencia sus múltiples carencias. Aunque se han realizado algunos envíos de alimentos y medicamentos por vía aérea, la ayuda sigue siendo insuficiente y desordenada, aseguran los vecinos afectados.

Los helicópteros, que aterrizan varias veces al día en el campo de fútbol local, trasladan raciones de comida y algunos medicamentos esenciales como acetaminofén, diclofenaco y alcohol. Sin embargo, el acceso a alimentos frescos es limitado, y en el mercado local se venden verduras en mal estado que, aun así, los vecinos compran por necesidad. La escasez, sumada a la incertidumbre, ha marcado marcado el día a día de cientos de familias.

Evaluación de viviendas

Pese a la magnitud de los daños provocados por los sismos, aún no se ha iniciado la evaluación de las viviendas afectadas. No hay claridad sobre cuántas casas quedaron inhabitables, y los vecinos han tenido que decidir por cuenta propia si regresar a sus hogares, muchas de los cuales presentan grietas y daños visibles. Mientras tanto, dos albergues continúan habilitados, pero con poca afluencia, ya que la mayoría de los afectados ha optado por volver a sus viviendas ante la falta de alternativas reales.

La vida en el municipio transcurre en silencio. Las calles están casi vacías y la presencia de personas se limita a quienes salen brevemente a comprar víveres o a buscar comida. Frente a la iglesia central opera una brigada de la Cruz Roja, en apresto para cualquier emergencia.

Aunque las réplicas han disminuido en intensidad, el temor y la precariedad persisten. Los pobladores aseguran que intentan retomar su rutina entre estructuras dañadas y escasez de alimentos, aunque, según ellos, hay ausencia de un plan concreto por parte de las autoridades para restaurar el municipio.

En el municipio, el Gobierno instaló un comedor social en el que se entregan desayunos, almuerzos y cenas. Los encargados indicaron que se ha dificultado el traslado de alimentos, debido a que las principales rutas están colapsadas y el acceso se realiza por vía aérea.

A las carencias se suma la falta de seguridad. La noche del 10 de julio, cinco personas fueron linchadas tras ser señaladas de asaltar a los afectados, aprovechando la escasez de energía eléctrica. Incluso, algunas víctimas aseguran que fueron despojadas de sus teléfonos mientras se encontraban en los centros de refugio.

A dónde llevar las donaciones

En el centro de acopio comunitario, situado en la carretera a Santa María de Jesús, frente al Hogar Virgen de Socorro, se solicitan donaciones enfocadas en alimentos e insumos.

  • Alimentos no perecederos o esenciales
  • Frijoles volteados o enteros, que no necesiten cocción.
  • Harina de maíz, de preferencia Maseca.
  • Pastas como fideos.
  • Avena.
  • Enlatados y conservas
  • Atún.
  • Sardinas.
  • Salsas naturales, entre otros.
  • Alimentos instantáneos o listos para comer
  • Cereales.
  • Galletas saladas y dulces.
  • Leche en polvo.
  • Bebidas y suplementos
  • Agua embotellada (donación prioritaria).
  • Suero oral.
  • Alimentos infantiles
  • Compotas.
  • Papillas.
  • Complementarios útiles
  • Aceite vegetal.
  • Especias para cocina.
  • Consomé.