Conflicto israelí-palestino: el drama de los civiles atrapados en el intercambio de fuego
Residentes en Jerusalén y Gaza dicen estar preparándose para un extendido conflicto, a medida que combatientes palestinos y fuerzas israelíes continúan intercambiando fuego.
Residentes en Jerusalén y Gaza dicen estar preparándose para un extendido conflicto, a medida que combatientes palestinos y fuerzas israelíes continúan intercambiando fuego.
Los milicianos han disparado decenas de cohetes hacia Israel desde el lunes en la noche, al tiempo que Israel ha respondido atacando objetivos en la Franja de Gaza.
La violencia -la peor en la región desde 2018- ha dejado víctimas de lado y lado.
La BBC ha estado hablando con los residentes sobre sus temores.
“Muchos se preparan para un largo intercambio de fuego”
Yolande Knell, corresponsal en Medio Oriente, Jerusalén
La sureña ciudad israelí de Ascalón se ha llevado la peor parte de los más recientes bombardeos de cohetes de Gaza.
El ala militante de Hamás advirtió que les haría la vida “un infierno” y eso es lo que les ha parecido a los lugareños.
El constante gemido de las sirenas de alerta los lanza en desbandada a buscar refugio.
En lo alto se escuchan fuertes estallidos y se ven rastros de humo blanco a través del cielo azul, mientras el sistema de defensa antiaérea Domo de Hierro de Israel intercepta la mayoría de los cohetes lanzados desde Gaza.
Sin embargo, una serie de edificios han sido impactados directamente. Dos mujeres murieron. Decenas de personas han sido trasladadas de urgencia al hospital para recibir tratamiento.
Muchos de los edificios más antiguos en esta ciudad no tienen los refugios antiaéreos que se han vuelto estándar en Israel.
Una mujer habló del aterrador momento antes del amanecer cuando un misil cayó en su casa cuando se escondía en un armario.
Muchos se están preparando para un continuo e intenso intercambio de fuego en días venideros.
“Va a llegar lejos, esta ronda de violencia”, opina un hombre, Yossi Asulin. “Ahora que ha muerto gente, las personas querrán resolver el problema [con Hamás] de una vez por todas”.
“Parece que la escalada continúa”
Rushdi Abu Alouf, BBC News, Ciudad de Gaza
Gaza no ha pasado por una experiencia como esta en años. Esta miserable, hacinada ciudad conoce muy bien el significado de la guerra.
La calle comercial principal en el centro de la ciudad está casi vacía, con la excepción de unos pocos compradores. La mayoría de las tiendas estaban cerradas en anticipación de Aíd al Fitr o Fiesta del Fin del Ayuno -el evento religioso y social más importante para los musulmanes.
Los bombardeos no cesaron a medida que el ruido de cohetes palestinos y ataques aéreos israelíes tronaban por toda la región el martes en la mañana.
A unos pocos metros de nuestra oficina en Gaza, se escuchó una fuerte explosión y una enorme columna de humo se elevó al cielo después de que un ataque aéreo israelí hiciera impacto en un edificio de apartamentos que alberga a cientos de residentes.
El ataque mató a dos líderes militares de la jihad islámica que se escondían adentro.
“Esto es terrorismo israelí, somos civiles inocentes. Mis hijos están aterrorizados, no quieren volver a casa por temor de nuevos ataques aéreos”, declaró un mujer a gritos que cargaba a su menor mientras escapaba del edificio.
Desde que empezó el ciclo de ataques, los residentes han corrido a sus hogares para escapar de los bombardeos. Gaza no tiene refugios antiaéreos ni sirenas de alerta, así que los residentes no tienen otra opción que esconderse en sus casas.
“No sabemos cuánto más va a continuar este ciclo de enfrentamientos. Parece que la escalada continúa”, dice la lugareña Sherin Emadadein.
“Soy madre de cuatro hijos, vivimos en un apartamento de siete pisos. No hay un sótano en nuestro edificio, no sé a dónde huiré si nos bombardean”, agrega.
Sherin me habló por teléfono, mientras compraba comida en la única tienda que estaba abierta en su vecindario en Gaza occidental.
“Se suponía que iba a comprar chocolates y dulces para celebrar el largo mes de ayuna para Ramadán, pero ahora no sé cuánto más dure esta escalada, así que sólo compro las necesidades básicas”, añade.