Guatemala registra la mayor caída de nacimientos en una década

Guatemala registra la mayor caída de nacimientos en una década

Entre el 2014 y el 2024, los nacimientos en Guatemala cayeron 22.5%, lo que representa 86 mil 939 menos registros ante el Renap durante ese periodo.

Enlace generado

Resumen Automático

19/11/2025 00:15
Fuente: Prensa Libre 

La natalidad alcanzó en el 2024 su nivel más bajo de la última década, según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE). La tendencia muestra un descenso sostenido en el total de nacimientos, reflejo de cambios en la estructura demográfica del país.

Según el informe del INE, entre el 2014 y el 2024 hubo una caída absoluta de 86 mil 939 nacimientos, lo que confirma una tendencia sostenida a la baja. Los nacimientos totales de estos años son:

  • 2014: 386,195 nacimientos
  • 2024: 299,256 nacimientos

Rubén Darío Narciso Cruz, especialista en monitoreo y evaluación de Unicef Guatemala, explica que esta caída no es sorpresiva, sino parte de una transición demográfica que comenzó hace casi una década. Señala que distintos sistemas de información ya registraban señales claras de esa transición, la cual fue confirmada por el Censo del 2018.

Nacimientos descendieron casi una cuarta parte en la última década

“Desde alrededor del 2015, las estadísticas mostraban que la tasa de fecundidad había empezado a disminuir”, comenta Narciso Cruz. Tanto los registros del Renap como las encuestas de salud materno-infantil del 2014 y otras apuntaban en esa dirección. El Censo del INE de 2018 —el primero en 16 años— fue la pieza clave para confirmar ese cambio.

En el 2014 se reportaron 386 mil 195 nacimientos, mientras que en el 2024 la cifra fue de 299 mil 256. Es decir, 86 mil 939 menos. La caída significa que en 2024 hubo, en proporción, casi un 25% menos de nacimientos que una década atrás.

“Ese censo del 2018 dejó claro que Guatemala estaba dejando atrás las tasas altas de natalidad”

Rubén Darío Narciso Cruz, especialista en monitoreo y evaluación de Unicef Guatemala

La pandemia no elevó la fecundidad: aceleró su descenso

Aunque el descenso fue gradual entre el 2014 y el 2018, el punto de inflexión fue el 2019. Desde entonces, el descenso se aceleró.

Conclusiones similares se alcanzaron en el Informe de Estado Mundial de la Población 2024 del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa). Según el estudio, pese a las especulaciones sobre un aumento de embarazos no deseados por falta de acceso a anticonceptivos durante la pandemia, los datos no respaldan esa hipótesis para Guatemala.

Entre el 2020 y el 2022 se registró una disminución marcada. En el 2020 hubo 341 mil 212 nacimientos, notablemente menos que en años anteriores. En el 2021 hubo un leve repunte a 345 mil 149, insuficiente para revertir la tendencia. En el 2022 la cifra fue de 345 mil 869, prácticamente estancada.

El informe de Unfpa indica que Guatemala pasó de ser uno de los países más fértiles de América Latina a acercarse rápidamente a niveles modernos de fecundidad. Aunque la fecundidad sigue siendo alta comparada con otros países de la región, la tendencia es claramente descendente.

Según el documento de Unfpa en 2024 y estadísticas oficiales, la tasa global de fecundidad en Guatemala bajó de 2.6 hijos por mujer en el 2019 a 2.3 en el 2021.

Variación porcentual de nacimientos en Guatemala (2014–2024)*

AñoNacimientosVariación % respecto al año anterior
2014 386,195
2015 391,425 +1.36%
2016 390,382 –0.27%
2017 381,664 –2.23%
2018 390,382 +2.28%
2019 366,855 –6.03%
2020 341,212 –6.99%
2021 345,149 +1.16%
2022 345,869 +0.21%
2023 342,694 –0.92%
2024 299,256 –12.67%
*Elaboración propia con datos del INE.

Guatemala confirma un cambio estructural en su natalidad

Narciso señala que los años 2017 y 2018 marcaron un punto máximo histórico: en ese periodo, el país tuvo la mayor cantidad de niños y adolescentes de su historia. Desde entonces, la población de 0 a 17 años comenzó a reducirse, patrón que confirman los registros del Renap y las proyecciones oficiales.

En la última década, las variaciones interanuales de nacimientos nunca habían alcanzado cifras de dos dígitos. Pero entre el 2023 y el 2024 la baja fue excepcional: 12.67%, la más pronunciada de la serie histórica reciente. Esta caída refleja un cambio demográfico acelerado, con un ritmo muy superior al observado en años anteriores.

“Guatemala alcanzó su mayor cantidad de niños y adolescentes alrededor de 2017–2018; desde entonces, esa población ha empezado a disminuir.”

Rubén Darío Narciso Cruz, especialista en monitoreo y evaluación de Unicef Guatemala

Factores que explican la caída de nacimientos

El especialista identifica tres factores principales:

Urbanización acelerada.
Guatemala pasó de tener cerca del 30% de su población en zonas urbanas a principios de los años 2000 a más del 50% en la actualidad. “En todos los países, a mayor urbanización, menor número de nacimientos”, afirma.

Mayor acceso a educación y salud sexual y reproductiva.
Aunque persisten rezagos, la mejora en el acceso ha influido en la reducción de la fecundidad.

Migración internacional.
La salida de un número considerable de guatemaltecos —principalmente hombres— disminuye la posibilidad de formar parejas y tener hijos, lo que impacta directamente en las cifras de nacimientos.

Una ventana demográfica que Guatemala puede aprovechar

Para Narciso, la disminución de nacimientos puede representar una oportunidad en el corto plazo, si el país sabe aprovecharla.

En un contexto de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) y de mayor recaudación tributaria, menos nacimientos significan que el Estado podría disponer de más recursos por cada niña y niño. “Es un momento clave para invertir en salud, educación y protección contra la violencia”, destaca.

Sin embargo, advierte que, si no se aprovecha esta coyuntura, Guatemala enfrentará consecuencias en el mediano y largo plazo. Una población más envejecida, combinada con generaciones sin educación ni salud adecuadas, puede derivar en una fuerza laboral poco preparada, con ingresos insuficientes para sostener las necesidades sociales en las próximas décadas.

“Si no actuamos ahora, dentro de 20 o 30 años podríamos tener adultos con baja educación y bajos ingresos que no podrán sostener las necesidades del país.”

Rubén Darío Narciso Cruz, especialista en monitoreo y evaluación de Unicef Guatemala

Narciso recuerda que varios países latinoamericanos ya pasaron por esta transición. Algunos la aprovecharon con éxito y hoy son considerados países de ingreso alto.

En el caso guatemalteco, considera esencial priorizar la mejora de la educación primaria y ampliar la cobertura de los niveles básico y diversificado. Esto permitirá formar una fuerza de trabajo más capacitada, capaz de atraer inversión calificada y generar mejores ingresos futuros.