Libérate esta Navidad

Libérate esta Navidad

Somos como el rosal, que al ser podado regresa con más fuerza, belleza y propósito.

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Resumen Automático

18/12/2021 00:01
Fuente: Prensa Libre 

Quiero desearte a ti y los tuyos una feliz Navidad llena de esperanza, salud y amor. Y para ello quiero invitarte a realizar un poderoso ejercicio para tocar fondo, dejar ir el 2021 y recibir la Navidad con una visión trascendente y renovada energía.

Fíjate que me puse a investigar el origen de la palabra Navidad y las costumbres antiguas que preceden la fiesta que conmemora el nacimiento de Cristo, y descubrí un par de cosas fascinantes.

Primero, el nombre Navidad viene del latín que significa nacimiento, que seguramente muchos de nosotros ya sabemos, pero donde esto se torna interesante es que el fin de diciembre corresponde al solsticio de invierno, que es el día más corto del año en el hemisferio norte. Específicamente, este año ocurre el 21 de diciembre, a los 14.59 horas.

Hay un dicho popular que nos recuerda que el momento más oscuro es precisamente antes del amanecer. Y ese ha sido el sentido terrenal de la Navidad desde tiempos inmemorables.

Entonces, esta Navidad, más allá de las fiestas religiosas y comerciales, hagamos una pausa para entrar en contacto con la Tierra y con nuestro ser más sensible, haciendo la siguiente meditación.

Este 21 de diciembre dispongámonos a sentir toda la fuerza de la Tierra. Entrar en la conciencia del día más corto del año, el día más oscuro, el día más negro, el día que se toca fondo.

Ahora, desde este lugar, deposita en él todos los dolores, todos los rencores, todas las angustias de este año. Este es también tu momento de tocar fondo. De lanzar tu oscuridad al hoyo negro que todo consume.

Siéntelo, realmente siéntelo. Permítete entrar en ese poderoso y oscuro lugar que te constriñe el alma, te aprieta el corazón, te hace nudo el estómago y te invita a huir, a hacerte bolita bajo las cobijas en la cama y nunca más salir. Tú conoces ese sentimiento. Ahora, ¡convócalo!

Muy bien, ese es el sentimiento del solsticio de invierno que compartes con la Tierra.
Ahora, déjalo ir. Visualízalo. Es este inmenso peso aplastante que has venido cargando todo el año, y al soltarlo es jalado por la gravedad al centro de la Tierra y es consumido por el fuego de la magma.

Inhala, sonríe, y al exhalar di “ahhhh”. Muy bien. Otra vez. Perfecto. Una vez más.
Ahora convoca el sol naciente de una nueva vida que se encuentra en tu interior. Digamos que se encuentra en el centro de tu pecho, en el área de tu corazón.

Visualízalo como un pequeño fuego sobre el cual soplas con cada inhalación y exhalación. Hazlo crecer y crecer en tu interior.

Esta es tu fuerza vital. Con cada inhalación la convocas, y con cada exhalación la haces brillar con mayor fuerza, intensidad y belleza.

Esta es tu nueva realidad. Haz dejado atrás la noche oscura del alma. Y como la Tierra, a partir de hoy has iniciado este nuevo ciclo de vitalidad; has renacido. A partir de hoy, es la luz del corazón que te impulsa, te guía y te conforta.

Y no estamos solos, sino muy bien acompañados. La fuerza de la Tierra nos acompaña y nos enseña el fundamento de la resiliencia.

Somos como el rosal, que al ser podado regresa con más fuerza, belleza y propósito. Este, sin duda, ha sido un año difícil. Pódate. Abraza la oscuridad. Toca fondo, déjalo ir y renace con renovada esperanza, propósito y felicidad.

Feliz Navidad y próspero año nuevo.