Quizás debido a la pandemia, una gran transformación está surgiendo en varios departamentos de Guatemala. Por el cierre que hemos tenido, la necesidad de supervivencia ha motivado a muchos guatemaltecos a promover nuevas ideas para salir adelante en medio de las limitaciones. Empezaré por referirme a la Ciudad de Santiago de los Caballeros (Antigua), que se levanta a otro nivel, pues ha sido nombrada entre las 10 ciudades más importantes del mundo para la realización de bodas. Cada vez que llegamos a Antigua encontramos algo nuevo, y por ello ha sido declarada como el destino turístico #1 mundial por la revista internacional Travel and Leisure. Por ende, ha dejado de ser no solo famosa por el Arco, por su parque, las procesiones o por las ruinas, sino porque se está convirtiendo en un destino desde sus montañas y cerros.

Ahora podemos visitar Antigua Guatemala por proyectos fuera del casco. Uno de ellos es la Comarca de Hobbitenango, que ya se ha convertido en un destino turístico para locales y extranjeros. Se encuentra en la cima de una montaña, inspirada en la novela del Señor de los Anillos o la película Hobbits. Desde allí se pueden hospedar en casitas tipo hobbits, ir a una creativa feria, comer en restaurantes campestres o disfrutar de las escenas de siete volcanes, entre ellos el de Fuego, Agua, Acatenango, Pacaya, Atitlán, San Pedro Atitlán, Cerro Quemado y mucho más.

Otro proyecto expectacular que lleva un concepto que nos abre las puertas a la belleza es Jardines de Provenza, donde aprovechamos para estar al aire libre mientras disfrutamos de una buena comida en un ambiente singular, lleno de flores de lavanda. Y no podemos dejar de mencionar a Antigua Boreal, que es más que un lugar para comer buena pizza, pues se trata de un concepto muy ecléctico y fuera de lo común en las montañas. Estos destinos ya están figurando a nivel internacional y están beneficiando a los negocios que se encuentran en el casco de Antigua. Son subdestinos que ayudan a la economía de dicha ciudad, pues alargan la estadía de los visitantes al haber mucho más que hacer y que ver.

Antigua sirve de sede a los turistas para moverse desde allí a lugares como Monterrico, Semuc Champey y parajes exóticos que encuentran en Rio Dulce, Izabal y Lívingston. Desde allí también emprenden camino a los Cuchumatanes, a San Marcos, las montañas de Quetzaltenango, el altiplano en Totonicapán y las exóticas selvas de Petén. Este concepto de exploración me recuerda mucho Marruecos, en la ciudad de Dakhla, que cuenta con el deporte de Kitesurf (surf de barrilete), que ha hecho que el turismo aumente de forma exponencial. Ahora ya entran siete aviones diarios, cuando antes entraba solo uno por semana. Lo mismo está ocurriendo en Petén, con turistas extranjeros afanados en descubrir los secretos de la civilización maya y huyendo de las ciudades populosas infectadas por el covid-19. República Dominicana no se queda atrás, con el avistamiento de ballenas jorobadas, en Samaná, en donde han prosperado gracias a estos nobles cetáceos.

Si no le damos importancia al cuidado de los recursos naturales (fauna y flora), poco haremos para interesar al turismo y destacar en el mundo. Con este énfasis podremos reinventarnos, tal y como lo está haciendo la Ciudad de Antigua. Sugiero al Inguat hacer una investigación de parajes naturales y monumentos históricos y culturales escondidos, para colocarnos en un destino de turismo de exploración a nivel mundial. Los guatemaltecos somos creativos, y más cuando el reto del covid-19 nos ha empujado a serlo. Si no nos dormimos en nuestros laureles, saldremos adelante.