Se come para el provecho, no tanto por el gusto

Se come para el provecho, no tanto por el gusto

La simple búsqueda de la gratificación de los gustos es lo que más daño nos genera.

05/03/2022 00:04
Fuente: Prensa Libre 

“Vive como si fueras a morir mañana. Aprende como si fueras a vivir para siempre”. Mahatma Gandhi

Es más que frecuente escuchar el comentario de aquellos que expresan cuando les gusta o no lo que se sirve para comer. No hay duda que uno, como individuo, tiene sus gustos muy personales, sea esto por lo formativo o por las inclinaciones de lo que agrada al paladar. Pero cuando vamos creciendo y asumimos las responsabilidades propias de la vida, deberíamos saber comer sano y apropiado para nosotros, antes de estar buscando gustos.

Sin lugar a duda, no hay nada malo entre escoger lo que se me está ofreciendo para comer y lo que a mi paladar le agrada y prefiere; sin embargo, debería ir antes el cuestionamiento de lo que es sano y de mayor provecho. Esto está muchas veces determinado por la edad que tenemos o bien por el tipo de actividad a la que nos dedicamos. No es lo mismo lo que debe comer uno si está trabajando de sol a sol en trabajos pesados que lo que debe comer alguien que se mantiene sentado, en una forma tranquila y reposada, y no está quemando calorías en su actividad.

No se puede negar que cada uno de nosotros, consciente o inconscientemente, en cada bocado que nos llevamos a la boca vamos eligiendo un rumbo para nuestro cuerpo, sea este fortalecerlo, prolongarle un estado sano y saludable o el deterioro, como en los momentos en que no pensamos en el daño que le hacemos al malpasarnos en nuestra alimentación.

En una sociedad como la nuestra, donde la mayoría de la población está comiendo lo que puede, por las limitaciones financieras, y no tanto lo que más le gusta, de igual forma debe, sin lugar a duda, ser mucho más selectiva para poder conservar la salud y de ese modo seguir siendo productiva.

Todos somos propensos a enfermedades y malestares de la salud, pero es muy triste y mucho más engorroso cuando tenemos que admitir que nuestro estado de salud se debe a un simple gusto que nos dimos y por el cual estamos padeciendo las consecuencias.

El proceso de saber planificar lo que se come, y con ello saber diversificar lo que se habrá de comer, ayuda mucho más a la salud antes que simplemente ver que comer y lo primero que encontramos o lo que más nos gusta, a diferencia de tener un plan bien trazado de lo que se tendrá que comer, ya sea en el día o mucho mejor si es un plan semanal.

Cuando tenemos la oportunidad de probar nuevos platillos, no solo debe ser la evaluación del paladar, sino también el contenido del plato, para saber qué estamos comiendo y cuán nutritivo o favorable es para nuestro bienestar, porque si queremos seguir responsablemente cumpliendo nuestras obligaciones, una parte importante es lo que estamos comiendo cada día, y si lo hacemos en la manera correcta, para que el efecto de lo que comemos sea provechoso al máximo.

Nuestra madurez y seriedad en la vida se pueden medir muy fácilmente cuando sabemos con toda exactitud priorizar la salud mucho antes que los gustos que tenemos. En ninguna manera se está pidiendo que se nieguen los gustos, pero deberán estar en su lugar para que el daño sea el mínimo, si lo hubiera.

En una sociedad como la nuestra, que cada vez está más agitada y acelerada, el descanso y la alimentación habrán de determinar cuánta vida útil nos está quedando para vivir productivamente.