Escritoras que brillan en el exterior

Escritoras que brillan en el exterior

“Tan cerca que no se mira” vuelve a dar vida a los matices sobrenaturales desde la época colonial hasta el presente.

26/03/2022 00:02
Fuente: Prensa Libre 

En esta oportunidad me permito felicitar a Patricia Sorg, una guatemalteca cuya trayectoria como artista pictórica y escritora me hace sentir orgullosa. No solo por su talento, sino porque nació en suelo chapín en 1956. Casi podría asegurar que tuvo un pincel en su mano desde antes de caminar. Pintar paisajes fue su mayor pasión, y esa inspiración la llevó más adelante a dedicarse a escribir novelas y a consagrarse como escritora. Ahora ya lleva unos diez años viviendo en Florida, Estados Unidos, donde ha logrado exitosamente incorporar el arte y la literatura dentro de su nuevo hogar.

“Montañas que tocan el cielo” fue su primera novela magistralmente escrita. Me impactó tanto que no podía dejar de leerla y de tener en mis manos su segunda novela, “Tan cerca que no se mira”, presentada ayer en Sophos. Esta ha sido traducida al inglés con el nombre de “Habits that haunt me” y está siendo colocada en todas las estanterías del territorio estadounidense. Ambas novelas escritas en español e inglés abordan un estilo de realismo mágico y son consideradas como novelas góticas. ¿Pero qué es la narrativa gótica? Este género literario se originó en Inglaterra a finales del siglo XVIII y desde entonces se ha relacionado con el género sobrenatural o de terror. La ambientación romántica le da carácter a la novela gótica, ya que en este género vemos castillos medievales, ruinas ancestrales, bosques tenebrosos o sombríos, sótanos, criptas e incluso fantasmas o demonios.

La mayor inspiración de Patricia Sorg nace en las tradiciones ancestrales de Guatemala, y el pueblo al que se refiere nos recuerda nuestra ciudad de Antigua Guatemala, aunque en su novela ella le llama Ciudad de Antaño. “Tan cerca que no se mira” da vida a los matices sobrenaturales desde la época colonial al presente. Trata de una arquitecta alcohólica llamada Brisa que está a punto de perder su trabajo y es enviada a un remoto y místico pueblo para demoler unas ruinas históricas y construir una urbanización en su lugar. Sin embargo, se enamora del mayor oponente del proyecto y empieza a sentirse acosada con visiones fantasmagóricas. Tiene que discernir y enderezar su perspectiva interior para salir del abismo y evitar destruirse a sí misma, sin saber que en su intento hace que emerja una leyenda dormida y enterrada por siglos.

En su novela, el amor y la sensualidad están presentes, por lo que encuentro su estilo depurado, delicioso y hasta muy erótico, pero sin duda alguna, rico en narrativa. En uno de sus párrafos dice: “Es esto… ¿amor? Ahora sus manos bajaban a mis pechos y los acariciaba delicadamente, como se tocaría un tesoro que se acaba de descubrir, con cuidado y embeleso. Retiró sus manos suavemente. Su mirada todavía preguntándome. Quise responder que sí, que amor era lo que yo estaba sintiendo, pero tuve miedo, miedo de decirlo y de que él no estuviera seguro”.

Patricia Sorg nos mete en el torbellino del misterio y quizás hasta un poco detectivesco. “El sarcófago estaba colocado en el medio de la cámara. Un fino polvo tocaba la superficie de un manto de seda delicada y frágil que lo cubría. Lo moví lentamente. Se dejó descubrir un ataúd. Era un ataúd simple, sin adornos, con una ventanilla de vidrio grueso que dejaba entrever medio cuerpo. Eran los restos de una mujer, una monja”.

Su primera novela ya fue difundida en Estados Unidos y Canadá y cuenta con los derechos de un guión cinematográfico a través de Cosmo Productions, con la intención de producir una miniserie de 10 episodios para transmisión por internet. Felicitaciones a Patricia Sorg, una talentosa mujer hecha y derecha a quien yo admiro.