El cielo está encapotado

El cielo está encapotado

De interés nacional, poner atención y debatir las medidas para asegurar la estabilidad económica.

24/04/2022 00:04
Fuente: Prensa Libre 

Insultar al presidente Biden o a su hijo, por un ciudadano local, es extravagante. ¿Va a perder votos o siquiera se enojará? Qué le importa lo que piense una persona extranjera. Peor aún, cargarla contra Putin o el canciller Lavrov es totalmente desenfocado. Invectivas contra Úrsula von der Leyen carecen de sentido, si se presume de seriedad.

No se trata de prohibir temas internacionales o calificativos, sino tomar conciencia del avance de un severo trance económico mundial. Las decisiones de los líderes de las potencias, habrán de perturbar al país. La guerra de Ucrania es terrible, aunque las consideraciones morales importan; en este momento, son necesarios criterios ante la afectación del mercado mundial de alimentos. Más todavía, urge una estrategia para enfrentar la inflación en los países y bloques centrales.

Los datos macroeconómicos del país pueden quedar hechos añicos, cuando haya una reorganización del área de influencia del dólar. No es teoría para entendidos o profesionales, sino caer en la cuenta de una difícil situación donde se demandarán sacrificios.

Calificar un hecho internacional atiende a su repercusión nacional. Se deja pasar los incendios en el parque nacional de Sudáfrica, la anunciada transición quinquenal de los militares en Mali y hasta el confinamiento total en Shanghái, apenas se menciona, a pesar de ser: 25 millones de habitantes.

Los noticieros locales, sobre todos los televisivos, se detienen por tres minutos en pequeñas tragedias. La hija desaparecida, encontrada mutilada. La inveterada ignorancia de los vecinos explicativa de un asesinato. Hasta los accidentes de moto, si se ofrece la cercanía de equipo de grabación, ocupan su titular, su comentario y la reacción de quien realiza la locución. El formato es aburrido, el profesionalismo de presentadores, mujeres y hombres, se destaca, pero la pobreza informativa y de temas es muy grande.

Los partidarios locales de Soros y de izquierdistas del partido demócrata están en pleito con los admiradores de grupos religiosos como The Family. Mantienen un pleito burocrático, cuya solución sucede en EUA. El encono obliga a viajar para realizar exposiciones frente a audiencias adecuadas. Sinceramente, ¿alguien considera que nuestras opiniones se toman en cuenta, allá?

Cese el atolondramiento y poner excesiva atención a declaraciones altisonantes de calificadores de riesgo, de políticos extranjeros entrometiéndose en los asuntos internos, o condenas reiteradas en materia de derechos humanos, donde el país se ha convertido en una perilla de boxeo para recibir puñetazos todo el tiempo. Si solo dañaran al funcionario escondido que ha optado por no defenderse, bastaría. Pero arruinan el clima de negocios y ahuyentan la inversión nacional y extranjera.

La información debe ser relevante para entender lo que se avecina. No se trata de vilipendiar o estar a favor de los grandes actores internacionales. Basta de falsos problemas para tapar la impericia para debatir criterios a tiempo. No hay una solución, pero si prevalecen medidas bajo debate democrático, al menos se deslindarán responsabilidades.

Mientras estemos como gallinas, picando aquí y acullá: un día las notas para elegir Fiscal, otra alegando manipulación en la elección de la Usac, las calificaciones del futuro PDH, la presencia inacabada de la Corte Suprema, y otras situaciones artificiales fomentadas desde el poder, la confusión continuará. Sin posiciones honestas y criterios fuertes sobre lo importante, se continuarán recibiendo bofetadas por mequetrefes tuiteros, felices por confundir a incautos.