Guatemala enfrenta un alarmante repunte en los niveles de violencia armada e inseguridad durante 2025. Solo en abril, el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) registró más de 380 muertes violentas, mientras que las denuncias por ataques armados aumentaron en más de un 20% respecto al mismo mes de 2024.}

La situación se agrava con el resurgimiento de prácticas de justicia por mano propia.

Un caso reciente ocurrió en Palencia, donde un presunto delincuente fue linchado por vecinos. Este tipo de hechos evidencia no solo el hartazgo de la población, sino también la percepción generalizada de ausencia o ineficacia de las autoridades.

En Canal Antigua analizamos esta crisis de seguridad junto al abogado penalista Julio Rivera Clavería y el criminólogo Fernando Rodríguez Klarck, quienes abordaron las causas estructurales del problema, sus efectos sociales y las posibles rutas para enfrentar una violencia que amenaza con desbordar al Estado.

Clavería resalta que en la academia de PNC se dan cursos sobre derechos humanos, pero se olvidan de la parte operativa.

Por su parte Rodríguez destaca que el policía desconoce lo que pasa en los procesos judiciales; la historia le ha enseñado que trabaja solo, señaló.

También refirió que el Presidente debería reestructurar la seguridad; una política desde el terreno y no de un escritorio.

Cuando la ciudadanía pierde la confianza en las instituciones encargadas de garantizar su seguridad, el tejido social se fragmenta peligrosamente, la escalada de violencia y los actos de justicia por mano propia no son síntomas aislados, sino señales de un sistema en crisis que necesita ser reformado desde sus cimientos.

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