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Un buen lector detectará un aumento en la tensión muscular y podrá observar un cambio de conductas.
Señalamos que un buen negociador debe tener en cuenta nueve insumos para garantizar buenos acuerdos, les compartimos cuatro: palabras, gestos, micro-expresiones y proxémica, a continuación, los restantes cinco.
Recuerde que para mentir el ser humano necesita hacer más esfuerzo para mantener consistencia en su trama, por ello cuando preguntamos ponemos al mentiroso en situación incómoda; quien miente debe utilizar más energía para responder y lograr salir airoso, y en ello el cuerpo no es fácil de controlar.
Para mentir necesitamos utilizar varias zonas del cerebro, por esa razón el cerebro se vuelve más lento, debe hacer consultas para dar respuestas, cuando eso ocurre la persona desata una serie de mensajes en su sistema hormonal, que podemos evidenciar en las emociones que produce, pueden ser miedo, ira, asco, etc. Y todo ello se reflejará en su cuerpo, generando niveles estresantes en la persona y probablemente detectamos; sudor, agitación, dilatación de pupila, todo ello demanda más energía, que debe abastecer el cerebro y el cuerpo lo manifiesta.
Un buen lector detectará un aumento en la tensión muscular y podrá observar un cambio de conductas, la persona se muerde las uñas, se rasca en exceso, juega nerviosamente con su cabello o con algún instrumento entre sus manos, aparecerán ciertas expresiones faciales, sus movimientos corporales podrán ser de evitación o aproximación, sin coordinación apropiada, se presentan cambios en la entonación de la voz, entre otros. Todo puede ser detectado por lo que se observe en el cuerpo, por ello atención a los siguientes cinco insumos:
Los seres humanos estamos atados a nuestras emociones, estas producen cambios orgánicos que suscitan conductas observables en la persona.