Opinión: La prueba de fuego de las becas enfocadas en empleo

Opinión: La prueba de fuego de las becas enfocadas en empleo

Los fondos para becas públicas en Guatemala se consolidan en 2025, pero su impacto real estará en manos de los ejecutores, maestros y jóvenes beneficiarios.

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08/05/2025 06:00
Fuente: Prensa Libre 

Los humanos tenemos la capacidad de interpretar una misma realidad de muchas maneras, dependiendo de nuestro conocimiento y experiencia. Se puede escoger ser positivo, negativo, esperanzador, escéptico, en fin… Yo, en el tema de los programas de becas —y sobre todo de las becas de inglés—, veo el vaso medio lleno.

Los esfuerzos para promover el aprendizaje del inglés iniciaron en la década de 1990, pero fue el sector de Contact Centers & BPO’s el que alertó, en esa misma década, sobre la necesidad de tener una estrategia para el empleo que tuviera como base el conocimiento profesional del inglés, pues esa condición nos volvería competitivos para atraer inversión extranjera, principalmente.

En 2025, existe una estrategia, una plataforma como “Guatemala no se detiene”, recursos y muchos implementadores. Este año, el Organismo Ejecutivo, a través del Ministerio de Educación, en conjunto con el Organismo Legislativo, específicamente la Comisión de Finanzas, tiene en sus manos un presupuesto que permite la institucionalización de dos fondos de becas para el inglés.

Los tres programas

El primero tiene como objetivo promover el aprendizaje del inglés como idioma extranjero en estudiantes y profesores del sistema público. Si bien ha venido funcionando bajo la tutela del Viceministerio de Educación Bilingüe e Intercultural e implementado por la Dirección General de Educación Bilingüe Intercultural (Digebi) desde hace varios años, este año tiene un mandato de institucionalización que abarca los niveles básico y diversificado. Se espera capacitar a más de 800 maestros, incluidos los del nivel primario, con una inversión de alrededor de US$4 millones anuales.

Este fondo ha otorgado, en el pasado, más de 6,000 becas anuales a estudiantes del sistema público y a más de 400 maestros cada año. Su objetivo es que los beneficiados puedan complementar su base de conocimiento del idioma inglés.

El segundo fondo, basado en la experiencia del fondo en el Ministerio de Economía, se constituyó como el Fondo de Becas de Inglés para el Trabajo en el Ministerio de Educación, bajo la tutela del Viceministerio de Educación Extraescolar y con la implementación de la Dirección General de Educación Extraescolar (Digeex), con el objetivo de llevar a los beneficiarios —mayores de 18 años— a perfeccionar su inglés básico y utilizarlo para conseguir un empleo o profesionalizar el que ya tienen. Se espera invertir cerca de US$6.5 millones anuales y otorgar más de 20,000 becas-curso cada año, con la meta de incorporar a más de 4,000 personas a nuevos empleos en sectores clave para el desarrollo nacional.

Por último, el Gobierno ha ordenado, a través de la Ley de Presupuesto, la creación e implementación de un tercer fondo, el cual no está orientado al aprendizaje del inglés, sino que tiene como objetivo beneficiar a estudiantes que desean continuar con estudios técnicos y universitarios, ya sea en el país o en el extranjero. El Fondo “Becas por Nuestro Futuro” cuenta con más de US$31 millones para ese fin y es implementado por la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (Segeplán).

No perder la oportunidad

¿Queda poco por hacer entonces? El éxito dependerá de al menos tres grandes elementos: la velocidad en la implementación, la calidad de la capacitación y la existencia de una demanda que aproveche la oportunidad.

No tengo duda, por mi experiencia en la ejecución de programas, de que la rapidez no es una característica del sector público. No obstante, la Ley de Presupuesto Nacional 2025 contempla mecanismos que podrían agilizar la ejecución financiera; se trata de procedimientos legales que han sido poco utilizados en el pasado. ¿Son mecanismos infalibles? ¿A prueba de corrupción, desvíos, burocracia o ineficacia? No, pero al menos ofrecen alternativas posibles y más ágiles. El tiempo y la capacidad de ejecución serán puestos a prueba en los próximos meses, por lo que aún es pronto para aventurar una opinión.

La calidad de la provisión de capacitación depende de varios elementos. Uno clave es el profesor, maestro, facilitador o mentor. Esta figura es quien motiva, mantiene el interés y la disciplina para fomentar el aprendizaje, aporta conocimientos, provoca la práctica y promueve la evaluación. Me consta que hay maestros impresionantes en cuanto a aptitudes y calificación profesional… pero también los hay no tan buenos.

En este punto, los implementadores —públicos y privados— deberán hacer un esfuerzo adicional en la búsqueda y retención de personal calificado, así como pagar sueldos dignos para conservar a este motor del programa. Indudablemente, hay otros elementos importantes, aunque no prioritarios, como las plataformas informáticas, metodologías, clubes de conversación, etcétera, que, si bien son necesarios, ya han sido probados, aunque no certificados. Aún debemos avanzar en el ámbito de la certificación para asegurar que obtendremos personas con las competencias requeridas para el trabajo y que estas competencias puedan desarrollarse en cualquier parte del mundo.

Es fundamental evaluar, durante y al finalizar la ejecución, los resultados obtenidos con la participación de distintos proveedores. Lo que no dudo es que la competencia es un buen consejero para conseguir a los mejores proveedores posibles en esta puesta en marcha.

Y, por último, los becarios. Sí, tenemos que encontrar a los jóvenes que, al conocer las oportunidades, se inscriban en programas educativos orientados al empleo de corto plazo y que se esfuercen por aprender. Aquí es donde usted, lector, puede contribuir mucho. Comuniquemos que la educación es crucial y que el inglés es una herramienta prioritaria.

Tenemos que compartir la información de los programas y, si está en nuestras manos, generar empleos de calidad que requieran esta habilidad y competencias relacionadas. Si no participamos en su promoción y vigilancia, la ejecución tampoco avanzará a la velocidad necesaria. Tan importante es el insumo como el resultado.

Para mí, los programas de becas son un complemento a la educación formal, porque permiten aprovechar oportunidades enfocadas y de corto plazo. Creo que hay más guatemaltecos que sí queremos que nuestros jóvenes tengan las oportunidades que nos lleven a un mejor país. Y por eso… yo escojo ver el vaso medio lleno.

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